¿Te has preguntado si la máscara que aparece en la portada de su álbum “CHATO” es la misma que vemos en el videoclip del single Infancia Mal Calibrada y de la canción TUSSI? Blanca con líneas azules, como si fuera propiedad del prototípico hooligan británico. Pues sí. Es el antifaz que da vida a Barry B y se nutre del ADN de Gabriel para crear discos como su nuevo EP.

Invitamos a ambos a nuestro nuevo set. Sentados en el universo peluchil que inventamos para escenificar ese laberinto interior en el que nos gusta refugiarnos con la música. Un lugar donde las luces y las sombras que suelen obligarnos a elegir extremos —y que tantas canciones intentan decodificar— se transforman en cojines esponjosos que te sostienen.

“Bua, me siento como cuando salgo de terapia”, me dijo Gabriel. Ese rol de psicóloga me viene tan grande que es casi una negligencia en sí misma, pero, explotando esta tarea desde la parodia más absoluta, nos sumergimos en la película de vivencias y fantasías que han llevado a Barry B, y a su equipo, a crear su nuevo EP: Infancia Mal Calibrada.

Al parecer esta charla le provocó una sensación relativamente parecida a la que tuve yo con los graves de Gigante de Cristal a partir de su primer minuto. Cuando reconozco el arpegio de guitarra que arranca en el auricular izquierdo en la canción que da nombre al disco y se duplica de golpe en el derecho antes de que aparezca el icónico gorgorito que define este himno. O en Victoria, cuando a mitad de canción la distorsión de su voz se sotierra y reaparece limpia, normalizando esa necesidad constante de encontrar unas huellas que le eviten perderse de vista.

Estamos aquí para escuchar en equipo siete temas que en mi ordenador ocupan exactamente 741,8 MB, y que ya están disponibles, sin peso y con mucha gloria, en todas las plataformas digitales.

Subrayamos varias de mis canciones favoritas de su discografía buscando resaltar su especialidad: sentenciar con frases que tienen el don de rasgarte desde la sencillez absoluta. Sus letras, a veces escritas junto a Gara Durán, son capaces de escarbar en rincones universales que todas y todos compartimos. Por eso también podemos verla en los créditos de este nuevo disco. A ella, a Gara, le dedica unas palabras en el minuto 11 de la entrevista en vídeo.

Es probable que sea Victoria, cerrando el disco, la que cumpla más esta función reflexiva. Pero, en Infancia Mal Calibrada tenemos versos como “Siempre nos llenábamos de miedo el equipaje, algo que ayudara a no cerrar la cicatriz”. En Chocolate Axe, “Huir es un regalo tan fácil de abrir”. Y así durante todo el disco.

Este álbum nos revela la ansiedad por alejarnos del presente, la ilusión de sentirse invencible por un rato, los momentos de echar en falta y de aceptar que perder no te convierte en un fracasado. La mirada crítica que busca entender en qué fallamos, por qué huimos. Cómo idealizamos al mismo tiempo que sentimos un vacío existencial que no sabemos qué ni quién puede llenar. También el agradecimiento de poner en valor aquellos gestos y compañías que nutren tus caminos. En definitiva, la búsqueda de lo visceral del presente y de las primeras veces. Sobrepasar ese miedo, creo que generacional, a vivir sin anestesia ni inercia. Eso de “volver a sentir el peso de una corazonada”.

Escarba su mochila, como puedes ver a partir del minuto tres de la entrevista en vídeo, para colocar elementos como el mantel de “El Ventorro” (Aranda de Duero, Burgos), el origen de este artista burgalés, o la famosa máscara que le enfunda en Barry B.

Ha producido el disco completo de CHATO, compartiendo mandos con artistas como Twister, Mayo, DRUMMIE, Sam Gold o la propia Gara Durán. En este nuevo trabajo aparece además Elías Maro, que ha contribuido en la producción, en la composición y en la grabación de guitarras de algunos de los temas. También el madrileño St Woods, con el que ha compuesto y producido Komantxeria y Victoria. Una apuesta por jingles pegadizos e identitarios que acabas tarareando mientras haces cualquier tarea rutinaria después de haber escuchado el EP.

Sus videoclips están firmados por Jean Lafleur (TÚ ET MOI deJudeline y MC Morena o STELL4RBLADE de YUNG BEEF) y Max Lusson (Mi Nena de Walls o AUTÓCTONO de Carlos Ares) con una estética cinematográfica muy acorde a los impulsos que te dan al escuchar estos nuevos temas, como hablamos a partir del minuto cinco de la entrevista.

Ha tardado sólo dos semanas en llenar su segunda fecha en la sala La Riviera (Madrid), ya ha lanzado la tercera el próximo 25 de noviembre y podremos verle en México en febrero. Por desgracia, no puedo verle en directo por primera vez de nuevo, pero prefiero creer a rajatabla que cada concierto es una nueva película. Me esforzaré en ir a esos encuentros con ojos nuevos.
Me imagino, a mitad del setlist de una de estas fechas, formando parte de un séquito de espectadores gritando “¿Quieres auto destruirte conmigo?” como si fuéramos una sola cosa y quisiéramos devolverle toda la energía que se produce con sus canciones.

Sobre el tío Tony y, volviendo al álbum CHATO, nos remontamos al segundo verso de Joga Bonito donde aparece “El tío Tony fuma puro y mira bien”. Solo al final de la entrevista en vídeo podrás descubrir quién es ese tío y por qué ya no se hablan tanto.

El tío Tony estará ahora mismo muy orgulloso de saber que Barry B. acaba de recibir un premio Forbes a Best Next Gen Music Creator y lo podremos ver tocar en la próxima edición del Primavera Sound.

Después de Yo pensaba que me había tocado Dios, junto a Carolina Durante, o El Lago de mi Pena, con Gara Durán, era de esperar que no volvería con un disco superficial ni plano. Eso sí, recomiendo no escucharlo banalmente mientras hacemos multitasking que, seamos sinceros, ninguno dominamos del todo.