El matrimonio conformado por Rocío Monasterio e Iván Espinosa de los Monteros vuelve a verse envuelto en polémicas por vicisitudes urbanísticas. Según publica el periódico El País, Monasterio, presidenta de Vox en Madrid y diputada autonómica, firmó planos como arquitecta antes de obtener el título.

Monasterio presentó su proyecto de fin de carrera (PFC), obligatorio para obtener la titulación, en octubre de 2009. Dos meses después, en diciembre del mismo año, se inscribió en el Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM). Sin embargo, para entonces ya llevaba nueve años al frente de su estudio, Rocío Monasterio y Asociados.

Esta compañía había realizado ya varios proyectos en Madrid. Uno de ellos, sería irregular, puesto que cuenta con la firma de Rocío Monasterio como “Arquitecto”, cuando aún no tendría el título y, por tanto, no lo era. Concretamente, se trata de la construcción de los tres lofts en la calle Villafranca, número 6.

Según explica el citado diario, es imprescindible haber presentado el PFC y tener un proyecto visado por el colegio profesional para ejercer como arquitecto. En otras palabras, Monasterió firmó como tal sin ser arquitecta de manera oficial.

Ni Vox ni la propia Monasterio han respondido o comentado a las informaciones. Sin embargo, su marido, Espinosa de los Monteros, sí lo ha hecho; pero sin dar una sola explicación al respecto.

La investigación del Ayuntamiento

De entre los proyectos que realizó el estudio Rocío Monasterio y Asociados se encuentran los dos casos de irregularidades desvelados por El País y que el Ayuntamiento de Madrid ya está investigando.

En concreto, se trata de dos edificios sitos en el barrio de Salamanca, Madrid (Pedro Heredia 6 y Villafranca 6). En ambos casos la empresa construyó dos lofts en antiguas fábricas. No contaban, por tanto con licencias de habitabilidad, sino que el suelo era de uso industrial. Compradores aseguran que el matrimonio de Vox les decía que estaban tramitándolo y que sería cuestión de tiempo, pero no lo hicieron.

Los compradores pagaron más de medio millón de euros por cada loft y aseguran que Espinosa de los Monteros y Monasterio les dijo "que harían valer sus contactos en el Ayuntamiento de Madrid para conseguir una licencia de habitabilidad en el edificio". Sin embargo, ese permiso nunca llegó y 10 años después de la compra, Urbanismo les mandó desalojar los inmuebles ya que se trataba de suelo industrial.

Además, los compradores hablan de "engaño" perpetrado por los de Vox, quienes se hicieron pasar por dueños del inmueble: "Ese era el engaño: asumir la condición de promotores engañados. Luego los sobrecostes, la paralización que hubo de la obra, todo recayó sobre nosotros, los compradores. Nada sobre la empresa que lo vendía. Cuando en realidad habíamos comprado a precio de vivienda, no es que fuera un chollo. Ellos no pusieron ni un duro. El mismo día del notario nos enteramos de que Iván había firmado un contrato privado con la dueña de la nave y nosotros le comprábamos directamente a ella. Si lo que yo compré valía unos 500.000 euros, calculo que le pagué 250.000 a la señora, y después 100.000 a Iván y 100.000 a Rocío. Hicieron una jugada maestra", aseguran los afectados.