La política vive un momento convulso. La figura del relator, el diálogo del Ejecutivo con los independentistas, una posible moción de censura y un sinfín de decisiones que provocan alianzas y discordancias entre aquellos que marcan la agenda. El Partido Socialista, principal damnificado por la crítica, se está topando con que, además de los insultos de fuera, muchos pesos pesados de la formación también se muestran escépticos con sus últimas decisiones

Este desencanto está siendo aprovechado por sus rivales. El último en hacerse eco de ello ha sido Vox que, mediante el agradecimiento, aprovecha la situación para hacer campaña de sus ideas y llamar a sus seguidores a movilizarse el domingo para pedir la dimisión de Sánchez. 

Alfonso Guerra, exvicepresidente socialista en la etapa de Felipe González, ha sido uno de los aplaudidos por la formación ultraderechista. Frases como: "Tuve la suerte de que la vida me colocó en el vórtice del huracán, siempre buscando el acuerdo y la concordia, y puedo asegurarles que nunca necesité un relator" o"Si se añade la ominosa lista de 21 condiciones, último esperpento de Torra, la conciencia de cada persona se rebela contra un obsceno chantaje", han servido a los de Abascal para aplaudir públicamente su intervención. 

Y Guerra no es el único que aboga por un mensaje más cercano a los ideales de Vox que a los del propio partido en el que militó. Juan Alberto Belloch, exministro socialista, ha defendido en Espejo Público a Santiago Abascal: "Es el único que está haciendo las cosas menos mal. Es coherente. Estos días, el discurso de Casado es el que esperábamos qe hiciera Vox y, sin embargo, le ha quitado el papel y, de manera muy prudente, está manteniendo un lenguaje razonable".

El propio Abascal se ha hecho eco del discurso del exdirigente del PSOE, afirmando que "cada vez más españoles ven en Voz una herramienta eficaz al servicio de España"