La constitución de la Mesa del Congreso es el primer momento de entendimiento forzoso entre las partes. Mientras la conformación de un nuevo Ejecutivo no se realizará hasta pasados los comicios del 26 de mayo, con la influencia que los mismos puedan tener en la política de pactos, otorgar los puestos del órgano rector de la Cámara Baja se convierte en primordial.

Mucho se especuló con que los socialistas tratarían de contentar a ERC y PNV para facilitar sus aspiraciones posteriores en el hemiciclo. Contar con el apoyo de los nacionalistas se prevé clave para conformar mayorías en el futuro, y es por ello que la noticia del portazo de Ferraz cayó como un jarro de agua fría en sendas formaciones. El PSOE, tal y como manifestó Carmen Calvo, ha optado por ceder puestos en la Mesa a los partidos más votados en los comicios del pasado 28 de abril.

Así las cosas, los socialistas guardarán para sí tres puestos y otorgarán dos a PP, Ciudadanos y Podemos. Nueve asientos repartidos de forma ecuánime a los que solo queda poner rostro. A la espera de que se oficialicen los cargos, fuentes populares colocan a Adolfo Suárez Illana, número dos en las listas por Madrid en las pasadas elecciones, como uno de los candidatos a ocupar dicho espacio.

A pesar de las críticas que se han apoderado de la figura del hijo del primer presidente de la democracia, Casado ha vuelto a apostar por Illana otorgándole un puesto de relevancia política, con el incremento de sueldo y de responsabilidad que esto supone. Ni los exabruptos vertidos por el dirigente en campaña han frenado el deseo del líder del partido.

Su trayectoria política en las alturas no ha dejado más que momentos ilustradores de la falta de capacidad que atesora, tal y como apuntan todos los analistas. Después de perder las elecciones en Castilla y La Mancha de forma impenitente, con la mayoría absoluta más abultada del reinado de Bono en la región, Pablo Casado volvió a contar con él.

Pero en esta campaña el perfil no ha cambiado. “Hay que ayudar a las mujeres que tienen que decidir si quieren ser madres de un niño vivo o muerto. Los neandertales también usaban el aborto. Esperaban a que naciera y entonces le cortaban la cabeza", llegó a decir el político.

Pues bien, ni los continuos revolcones en sus aspiraciones ni las críticas externas frenan al PP, que ve en Illana a un dirigente apto y capaz de enfrentarse a grandes retos y puestos.