1. Audacia
Sánchez es más bien audaz, tirando a temerario, mientras que Feijóo es más bien cauteloso, tirando a pusilánime.
2. Miedo
Sánchez parece no tenerle miedo a nada y Feijóo parece tenerle miedo a todo.
3. Temple
A Feijóo le falta el temple que a Sánchez le sobra, pero a Sánchez le falta el cuajo que Feijóo le sobra.
4. Analogía
A muchos socialistas les gustaría que, al menos de vez en cuando, Sánchez fuera un poco menos Sánchez y un poco más Feijóo, del mismo modo que a no pocos populares les gustaría que, cuantas más veces mejor, Feijóo fuera un poco menos Feijóo y un poco más Sánchez.
5. Mazón
Si el Mazón de Pedro Sánchez fuera Puigdemont, el Puigdemont de Feijóo sería sin duda Mazón.
6. Poder
Sánchez ama apasionadamente el poder, pero no le importa demasiado, o incluso nada, que el mundo lo sepa, mientras que Feijóo lo ama igualmente pero procura, y no sin un cierto éxito, que su pasión no se le note.
7. Abismo
Sánchez ama demasiado el abismo, a consecuencia de lo cual suele tener a los suyos con el alma en vilo, mientras que Feijóo se aleja tanto de él que los suyos empiezan a sospechar que quizá es un poco cobarde.
8. Bosque I
Sánchez es capaz de internarse solo y de noche en un bosque infestado de lobos y salir de él sin un rasguño, mansamente seguido por una manada convencida por Perro Pastor de que lo mejor para ella y su estirpe es abandonar las inhóspitas arboledas y trasladarse a los amenos jardines que circundan el Palacio de la Moncloa. Sánchez confía en que los lobos dejarán de serlo al cambiar de hábitat; muchos de los suyos no comparten su optimismo, pero prefieren guardarse sus dudas para sí mismos.
9. Bosque II
Feijóo solo se internaría en ese bosque debidamente pertrechado con la impedimenta requerida para asegurarse la protección en una aventura tan incierta y arriesgada. Vista la jugada del precavido viajero, lo más probable es que los lobos no le hicieran ni caso, aunque luego los cronistas de la derecha contarían que la serenidad, porte y galanura del divino gallego rindieron por sí solos la ferocidad de la manada.
10. Cambio
Cuando a alguien le piden su opinión sobre Pedro Sánchez es algo cruel pero perfectamente lícito que pregunte “¿cuál de ellos?”; no sucede lo mismo con Feijóo, de quien no puede decirse en propiedad que su llegada a Génova lo haya cambiado: solo lo ha hecho más visible, lo ha desnudado, ha evidenciado sus limitaciones y carencias hasta un punto nada fácil de gestionar para el equipo que intenta hacerlo presidente del Gobierno de España.
11. Cartel
Feijóo ha cuarteado en apenas tres años el buen cartel que se había ganado en Galicia ejerciendo el poder: ejercer la oposición le ha sentado mal, aunque los suyos, que para eso son los suyos, no se atrevan a decírselo. Mientras, Sánchez ha agigantado ante los suyos su estatura de hombre de poder, si bien lo ha hecho a un precio desorbitado en opinión de socialistas históricos como González, Guerra o Ibarra, aunque perfectamente asumible en opinión de socialistas no menos históricos como Chaves, Maravall o Almunia.
12. Desdén
Sánchez y Feijóo tienen en común que ambos son menospreciados o directamente despreciados por los dos grandes referentes de sus propios partidos: Felipe González arremete contra Sánchez siempre que tiene ocasión y Aznar desdeña a Feijóo tanto cuando tiene ocasión como cuando no la tiene, aunque las razones de ambos expresidentes son distintas: González ve en Sánchez a un imprudente aventurero, mientras que Aznar ve en Feijóo a un tipo sin visión estratégica ni agallas. En el fondo, al uno y al otro, a González y a Aznar, lo que les duele es que Sánchez y Feijóo no sean como ellos: o por ser más precisos, que no sean como ellos creían ser cuando gobernaban.
13. Botín
Ser presidente es casi lo único, y no es poco, que Sánchez ha obtenido de Junts: desde entonces todo han sido desplantes, afrentas, mortificaciones. Un buen puñado de autonomías y ayuntamientos es lo único, y no es poco, que Feijóo ha obtenido de Vox: desde entonces todo han sido traiciones, desaires, vejaciones. Mas, como hombres de poder que son, ambos coinciden en esto: prefieren desayunarse sapos que quedarse en ayunas.