Hace apenas 24 horas Mariano Rajoy reconocía que "haré cualquier cosa aunque haya dicho que no lo haría", confirmando de palabra lo que por la vía de los hechos está practicando desde que accedió al poder. Sin embargo este miércoles en la sesión de control al Gobierno en el Senado ha intentado girar sobre sí mismo para vender la idea de que en realidad sí está actuando según lo anunciado antes de las elecciones.

Pacto con los electores incumplido
El portavoz del PSOE en el Senado, Marcelino Iglesias, le reprochó al presidente los numerosos incumplimientos de su programa electoral, recordándole que si le votaron los ciuadadanos fue porque se comprometió a salir de la crisis "sin subir los impuestos, sin recortar en la Sanidad y en Educación, sin abaratar el despido ni mermar derechos laborales", advirtiendo de que estaba de haciendo todo lo contrario. De ahí que le haya preguntado "si cree que un gobernante democrático debe cumplir sus compromisos electorales".

"Lo que afirmé en su día"
El presidente ha respondido que "por supuesto" que deben cumplirse los compromisos electorales, aunque ha argumentado que "el gran objetivo de la legislatura es volver a la senda del crecimiento y a la creación de empleo, que es lo que afirmé en su día". "Los instrumentos son también los que afirmé", ha insistido, apuntando a la reducción del déficit, a las reformas estructurales como la del mercado laboral o la del sistema financiero. En cualquier caso, ha matizado que está actuando "adaptándonos a la situación".

Revés al intentar justificarse en la 'herencia'
Rajoy ha eludido en todo momento citar la subida de impuestos, los recortes o el abaratamiento del despido, que era lo que se le había planteado, y se ha limitado a decir que están "rectificando cosas que se hicieron mal", inistiendo en el déficit que se encontró "no fue el previsto". El socialista Iglesias le ha recordado que la desviación del déficit "se produjo en las comunidades autónomas, y la mayoría a finales de 2011 estaba gobernada por su partido".

"Noto el calor de la mayoría de los españoles"
"No me que quejo de la herencia, de lo que me quejo es del engaño", replicó Rajoy, provocando perplejidad en buena parte de los escaños. "Con herencia o sin herencia hay muchas cosas que hacer, entre otras cosas cumplir los objetivos que asumieron con Bruselas y que no han cumplido", sentenció, advirtiendo de que "creo notar el calor y el apoyo de una mayoría de los ciudadanos".