El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha terminado por aceptar la recomendación del Defensor del Pueblo catalán y retirará los lazos amarillos y las banderas de las esteladas de los edificios públicos de Cataluña.

Tras obviar dos requerimientos de la Junta Electoral Central, finalmente el president de la Generalitar ha optado por hacer caso a las recomendaciones del Síndic de Greuges, Rafael Ribó y retirar la simbología independentista. A pesar de dicha decisión, Quim Torra busca otro símbolo que siga ensalzando la figura de los políticos presos y huidos. 

Torra ha terminado por ceder ya que esta misma tarde, según un comunicado de la Oficina del presidente, había reiterado su convencimiento de que "los lazos amarillos no son un símbolo partidista" además de reafirmar su compromiso "con la libertad de expresión en el espacio público, que no ha de ser neutral, sino libre".