La calidad de la educación en España sigue siendo una asignatura pendiente que se hace notar en los ranking internacionales sobre las mejores puntuaciones y es una situación que no se ha conseguido superar a pesar de la manía persistente de los ministros de turno de imponer leyes a medida. Los recortes de medios y de profesores se han hecho notar aún más durante la pandemia, cuando para evitar los contagios se duplicaron grupos y faltaron profesores. Madrid, la locomotora del país, es la cara más visible de esas carencias y esas políticas. Y lo que haga el Gobierno regional el próximo curso escolar podría marcar tendencia.

Para empezar, directores y profesores reclaman a la Comunidad de Madrid que mantenga los 7.300 docentes contratados in extremis durante la crisis sanitaria. Pero no parece que la decision de la actual presidenta, Isabel Díaz Ayuso, vaya en esa dirección. Este documento de un instituto de la región, al que ha accedido El Plural, sobre las instrucciones de admisión para el curso 2021-2022, que comienza hoy, demuestra que los colegios se ven forzados a volver a los números de alumnos por aula de antes de la pandemia: 25 en Primaria, 30 en la ESO y 35 en Bachillerato. La mayoría de datos del documento, que mostramos recortado, han sido tachados para que no sea posible deducir el instituto en cuestión.

En el recuadro aparece el número de Unidades (aulas) por niveles. Si se divide el número de Plazas (alumnos) por aula se verá que, por ejemplo, la ESO habrá 30 niños y en Bachillerato, llegará hasta 35. La ley de Educación dice que esas cifras se pueden, incluso, aumentar en un 10%.

En diciembre pasado, el Gobierno madrileño prescindió ya de 1.117 profesores de esa cifra total de 7.300 contratados, por lo que los puestos de trabajo de los casi 6.200 docentes restantes penden de un hilo y lo que es, si cabe, más nefasto, la calidad de la enseñanza en las aulas seguirá dejando mucho que desear.

El coste de mantener los 7.300 profesores

Si Díaz Ayuso, o el candidato que salga de las elecciones del 4 de mayo, decidiera mantener las ratios conseguidas durante la pandemia, la Comunidad de Madrid tendría que destinar unos 255,5 millones de euros al año, un cálculo hecho sobre la base de un salario de 2.500 euros brutos anuales por docente en 14 pagas. No es una cifra baladí, aunque el dinero dedicado a proyectos estrella del Gobierno madrileño, como el Hospital Zendal, al que en poco tiempo se ha destinado más de 135 millones, hace pensar que apostar por la Educación podría ser posible.

Cada año, Madrid deja de ingresar más de 1.200 millones de euros por su condescendencia con los más ricos en el Impuesto de Sucesiones (unos 240 millones) y la supresión del Impuesto de Patrimonio (995 millones), según datos de 2018 y 2019.

Podrían contratarse más de 34.000 docentes

El coste de mantener los 7.300 profesores que ayudarían a rebajar las ratios en las aulas representaría sólo el 20% de los 1.200 millones que se ahorran los madrileños de mayor patrimonio. Si se optara por ingresar esa cantidad a través de los mencionados importes y dedicarlo a la educación, se podrían contratar más de 34.000 docentes. Es un tema de prioridades.

El sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza de Madrid (STEM) ha denunciado la decisión del Ejecutivo madrileño de volver a las ratios de antes de la pandemia el próximo curso y ha recordado que la presidenta Díaz Ayuso anunció, en una comparecencia el 25 de agosto, su "intención" de hacer “permanente” la bajada de alumnos por aula.

Díaz Ayuso anunció entonces la inversión de 370 millones de euros para la vuelta a las aulas el pasado septiembre y la contratación de 10.610 nuevos profesores.

"Cuando la presidenta manifestó su deseo de que la bajada de ratios 'fuera permanente', debemos suponer que reconocía implícitamente que esta medida redundaba en una mejora de la calidad de la educación. Es bastante lógico. Que nos lo digan a las organizaciones que llevamos años reclamando esta medida", señala el sindicato.

El número de aprobados en la ESO subió con la bajada de ratios

Uno de sus portavoces, Sergio López del Río recurre a los datos: el número de aprobados en el segundo trimestre de 2020 con la bajada de los ratios podría acercarse al 90% en los dos primeros cursos de la ESO frente al 75% del año anterior. Se trata de un incremento sin precedentes, porque suele ser un dato que no cambia".

Madrid es la región que menos invierte en educación

López del Río recuerda que la Comunidad de Madrid es de todas la que menos invierte en educación pública: "Según datos del Ministerio, 4.727 euros por alumno y año en 2017. Ese mismo año en la región había 647.848 alumnos en los centros públicos. Si repartimos los 1.200 millones de regalos fiscales a los ricos entre el alumnado nos da 1.852 euros por cada uno de ellos, con lo cual el gasto total por estudiante ascendería a 6.579 euros y la región pasaría del puesto 17 y último al puesto 7, por detrás de Castilla y León".