“Militante del PSOE y virtuoso violonchelista, es el garganta profunda de las filtraciones que tienen en la cuerda floja a la presidenta de Madrid”. Así define este domingo el diario ‘El Mundo’ a P., el profesor que estaría detrás de las revelaciones sobre el master de Cristina Cifuentes.

Aunque el periódico de Unidad Editorial no desvela la identidad del profesor, sí que ofrece los datos necesarios para identificarle, publicando incluso la fotografía de la mano de un violonchelista con la que  P. se identifica ante sus allegados en una red social. Por si queda alguna duda, ’El Mundo’ añade que el “espigado docente con gafas” imparte una clase de Estructura Social Contemporánea en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).

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Fotografía publicada por 'El Mundo' de la mano de un violonchelista con la que el profesor P. se identifica ante sus allegados. 

De forma paralela, ‘El Mundo’ defiende la tesis de que detrás de las filtraciones "no está el CNI, no Soraya, ni Ignacio González...” sólo un profesor que pese a su militancia política defiende que “esto no es una operación política".

¿Trata así ‘El Mundo’ de desviar la atención del ‘master-gate’, salvando a Cifuentes y presentado lo ocurrido como un capítulo más de la supuesta guerra interna en la que estaría inmersa la Universidad Rey Juan Carlos?

Desde luego, el autor del artículo, Javier Negre, incide en esa línea cuando afirma que “el garganta profunda de toda la fuga de información es un profesor enfadado, el mismo que ya logró con sus denuncias la caída del rector de los plagios, que ejecuta así su venganza contra la Universidad Rey Juan Carlos porque en tiempos de Lucía Figar se eliminó la titulación de Sociología, en la que él destacaba como enseñante”.

Lo cierto es que ‘El Mundo’ no aporta ni un solo dato nuevo sobre el escándalo político que podría acabar con la carrera política de Cristina Cifuentes, pero no duda en calificar el 'enredo' como una “cacería” destinada a cobrarse a una gran “presa”.

Resume así todo lo ocurrido como “un botín inesperado a un año de las autonómicas”. Eso sí, a las mentiras de Cifuentes no le dedican ni una línea.