"Cuando he hecho un viaje privado lo he pagado yo de mi bolsillo". Ese ha sido el acto de fe que José Antonio Monago ha pedido que se haga como base de su defensa, pero no ha mostrado ni una sola factura o extracto de banco en el que pudiera comprobarse esa aseveración, aunque ha rematado asegurando que "eso lo puedo justificar y para eso existe la anotación bancaria".

Monago no ha querido contestar sobre preguntas sobre su vida personal
Este ha sido el mensaje inicial de su comparecencia pública, forzada por la publicación de la noticia de que habría viajado 32 veces a Canarias en viajes privados. En concreto, se insinuaba en esas informaciones, que destapó primero Publico.es, sobre que los viajes los hacía "sin la compañía de su mujer". Este viernes por la mañana, una mujer, Olga María Henao, ha reconocido en la Cadena SER que en ese periodo Monago la visitaba en Santa Cruz de Tenerife, donde ella vivía.

El presidente extremeño, a preguntas de los periodistas, se ha negado a contestar si conocía o no a esta mujer. Para ello se ha escudado repetidamente en que "nunca he hablado de mi vida privada, ni lo voy a hacer ahora". Y tras esa frase se ha negado igualmente a contar si en sus viajes a Canarias se habría visto con ella. De esta forma, ha evitado responder al hecho de que la crítica no era por los viajes, sino sobre su pago.

"Cohete Monago" se dedicaba a viajar "en vida, alma y corazón"
Frente a las acusaciones, y para explicar tantos viajes a las islas, se ha presentado como un político viajero, ha llegado incluso a hacer una mención a un titular periodístico en el que, ha dicho, se le denominaba "Cohete Monago". Ha hecho una retahíla de recuentos de sus viajes por toda España y el extranjero, y dirigiéndose a los extremeños, ha asegurado que había hecho 300.000 kilómetros por los viajes: "mi vida ha transcurrido viajando", ha llegado a decir en su defensa, antes de añadir un "a ello me he dedicado en vida, alma y corazón".

Tampoco ha aclarado Monago su agenda de la época de los viajes, ni ha explicado a qué en concreto acudía tanto a Canarias. En este caso se ha excusado en que cuando reportaba "a mi grupo territorial en el Senado no lo hago por escrito, lo hablo, lo comento y doy mi perspectiva, pero no lo doy por escrito...". Es decir, según él no existe registro de lo que iba a hacer a cada sitio donde acudía.

Víctima de una campaña
Con las pruebas Monago se ha mostrado así de poco concreto, y no mucho más lo ha sido a la hora de explicar porqué se publicaba esta información sobre él. Porque si bien ha dicho que sabía que la historia estaba en circulación desde hacía semanas -"me dijeron que iba a pasar esto", ha dicho-, luego no ha hecho sino acusaciones evasivas sobre quién podría haber diseñado lo que ha presentado como una persecución contra él: "claro que lo esperaba, y sobre todo ahora que se acercan las elecciones". Pero ni un nombre ha dado. Ni siquiera ha sido capaz de desmentir con rotundidad que ese 'ataque' se haya producido desde dentro de su partido. En un momento especialmente sorprendente, ha parecido incluso que insinuaba que la campaña podría estar relacionada con el proceso independentista en Cataluña.

Contundente ha sido sólo cuando ha dicho dos cosas. Una, que va a defenderse ante la justicia. "A cada golpe que me den voy a ser más fuerte. Y no voy a parar porque ya se ha hecho daño a lo que más quiero. Voy a proteger no sólo mi honor, sino el de mi mujer y el de mi familia", ha dicho. Y ha insistido varias veces en que se va a defender "con intensidad".

Y también ha dejado claro que no piensa dimitir. Que ni lo ha pensado: "No, porque eso sería una dejación de las responsabilidades que tengo con el pueblo extremeño, no con los rompepiernas. (Si me fuera) habrían ganado los malos, no los buenos... No se me ha pasado por la cabeza".