[[{"type":"media","view_mode":"media_large","fid":"41121","attributes":{"class":"media-image size-full wp-image-357837","typeof":"foaf:Image","style":"","width":"645","height":"370","alt":"Hermann Tertsch (izq.) y Max Pradera (der.) - ABC\/Wikipedia"}}]] Hermann Tertsch (izq.) y Max Pradera (der.) - ABC/Wikipedia



Los periodistas Máximo Pradera y Hermann Tertsch llevan tiempo enfrentándose en los platós y últimamente en las redes sociales, pero el primero consideró que su oponente había llegado demasiado lejos el pasado mes de junio cuando le acusó a través de Twitter de preparar una "agresión contra él mediante un sicario". Tanto Pradera como el presunto sicario señalado -el tuit difamatorio incluía una foto de ambos en un bar- denunciaron a Tertsch y un juzgado de Pozuelo de Alarcón abrió diligencias para investigar los hechos.

Un proceso que se dilata en el tiempo sin que Tertsch declare
Los primeros pasos del juez sorprendieron en parte a los denunciantes al pedir que se constatase que la cuenta @hermanntertsch pertenecían al susodicho, aunque se trata de alguien muy conocido en esa red social porque es muy activo y mantiene a diario enfrentamientos con otros tuiteros. Pero tras ratificarse ante el juez en su denuncia tanto Pradera como su amigo tachado de "sicario" iniciaron a través de sus defensas las acciones pertinentes. La defensa de la persona presentada en las redes como un "sicario" reclamó que Tertsch declarase como imputado e interpuso un recurso por la dilación al proceso que podía acarrear la comprobación de la cuenta a través de la sede de Twitter en Estados Unidos si no se iniciaba con inmediatez.

El recurso alertaba de que la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece que "las diligencias de instrucción se practicarán en el plazo máximo de seis meses" y el juez debe velar por el cumplimiento de ese plazo, pero la petición de la comprobación de la identidad de la cuenta de Tertsch se produjo tres meses después de la denuncia y todavía no había noticias. La alegación también alertaba de que la dilación daba a Tertsch más margen para eliminar los tuits que originaron la denuncia y hacía una comparación con los famosos tuits de Guillermo Zapata, porque en ese caso "inmediatamente la Fiscalía pidió al Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional llamar como imputado al referido concejal, lo que fue acordado por el juez de manera inmediata sin esperar a la confirmación de los datos sobre la propiedad de su cuenta".

Sin embargo, el plazo sigue corriendo sin que Tertsch sea llamado a declarar como imputado y sin que el juez haya contestado al recurso, por lo que han presentado otra solicitud en los juzgados insistiendo en que la denuncia se registró el 18 de junio "y han transcurrido ya ocho meses sin que se hayan practicado apenas diligencias de investigación".

"No pasa nada salvo que seas Zapata y exista interés político"
ELPLURAL.COM ha contactado con Pradera para conocer como está llevando la dilatación de este proceso y ha mostrado su extrañeza porque hayan transcurrido ocho meses para verificar una cuenta "sin que Tertsch haya negado que sea suya y cuando todo el mundo sabe que es de él y lo hemos acreditado". El periodista entiende la sobrecarga de trabajo de los juzgados, pero ante la "sensación de indefensión" por el tiempo transcurrido lamenta que en la red "te pueden llamar asesino y que pasen meses sin ninguna medida, salvo que seas Guillermo Zapata y exista interés político". Pradera insiste en que Twitter "no puede ser 'Dodge, ciudad sin ley' o el Toni 2 en el caso de Tertsch, un sitio donde se diga lo primero que se pasa por la cabeza". Además, advierte de que Tertsch utilizó la red no solo para acusarle gravemente sino también para mofarse del proceso judicial y mostrar su convicción de que saldría impune.