Federico Jiménez Losantos vuelve a arremeter contra Soraya Sáenz de Santamaría. Comienza sin miramientos diciendo que “sólo a una déspota muy nerviosa, incompatible con la democracia y alérgica a la libertad, podía ocurrírsele pedir airadamente, en plan acusica, que De Grandes investigue un vídeo que critica los añosos y ruinosos apoyos a su candidatura para presidir un partido político, si cabe llamar así al PP. Hay que ver ese vídeo para entender no sólo lo que le ha pasado a la que fue primera fuerza política española sino lo que le pasará si elige a esta inquisidorcilla, marisabidilla y tontuela para dirigir sus pasos…. a la fosa”.

Parece que la oferta propuesta al candidato rival en la que le ofrecía la Secretaría general del partido ha sido sólo una táctica para “comprarle” porque luego se negaba a debatir con él y encima, con todo, se queja de la propaganda porque un grupo opositor ha subido a Internet un vídeo suyo en el que satiriza la supuesta renovación que ella misma propone. “O sea, que ha querido corromper a la oposición, rehúye el debate y ahora quiere castigar la propaganda. Pero, ¿qué clase de tiranuela consentida, qué dictadorceja mimada, que matoncilla tronada es esta candidata que quiere acabar con cualquier otra candidatura, esta vocecilla que sólo pide chitón?”, continúa.

No pasa sin mencionar que lo peor, o lo mejor, según como se mire, sería hacer un par de vídeos sobre lo que Soraya ha hecho en el Gobierno y lo que ha hecho contra el partido mientras estaba a la sombra de Mariano Rajoy. Para Losantos, el primero de estos vídeos habría que enfocarlo a su gran responsabilidad política respecto a la gestión del conflicto con el separatismo catalán. Interesante sería recoger las declaraciones en las que decía que “el diálogo con los separatistas sería el camino para reconducirlos a la legalidad”. Añadir a esto, dice, las reuniones con medios como La Vanguardia y El Periódico y todos los demás medios digitales y antiespañoles “que subvencionó sin tasa ni control, antes, durante y después del Golpe”. Y, sobre todo, sus dos apariciones después de cada referéndum: en el primero diciendo que no se había celebrado y en el segundo, que se había respetado la legalidad.

“El mismo asunto debería centrarse en el antes y el después de su actuación como presidenta de la Generalidad. Cómo se negó a que barcos de la Armada llevaran a los policías y los embarcó en el Piolín, cómo se negó a controlar a los Mozos de Escuadra, cómo, en la noche del 1 de octubre, ordenó que Interior no diera las imágenes de los policías descalabrados por los golpistas; cómo, a los cuatro días del 1 de octubre, dio diez millones de euros a los medios de papel e internet más rabiosamente antiespañoles; cómo Millo, su hombre de confianza, insultó a la Policía por el 1-O; y una y otra vez, en bucle, para unir los fragmentos, a ella licuándose bajo las manazas de Junqueras. Como remate, presumiendo de haber "descabezado" el Golpe pero aceptando a Torra como su sucesor”.

Hay muchas cosas que podría recogerse en vídeos según Losantos. Para él, haría falta un tercer vídeo para hablar de su aparición en los medios. Sería “clave para ver lo que ha sido su política de destrucción de todos los personajes, facciones o símbolos ideológicos que le molestaban dentro del Partido Popular (…) Y sobre todo su política de filtración y delación sistemática de datos para la liquidación de personas importantes en la época del PP de Aznar, cuando ella no era nada, o sea, como ahora, pero sin poder. Ahí había que sacar la filtración de Montoro sobre Aguirre a cuatro días de las municipales de Madrid, que dieron la mayoría a Carmena, o lo de Soria y su condena por el propio Montoro, o lo de los Aznar, o las detenciones de Rato y González, siempre a través de La Sexta, su escudo personal y letal verdugo del PP.”.

Pero tampoco habría que olvidarse del futuro del Partido Popular. Eso quedaría también muy bien en un cuarto vídeo: “Habría que montar tres pasajes sobre su manejo del CNI: desde las fotos de Feijóo con Dorado al vídeo de Cristina Cifuentes, que nadie ha investigado, no fueran a toparse con la 'Ashishina 1', pasando por la destrucción del llamado G-8, los ocho ministros que se oponían a su ascenso y fueron, uno tras otro, eliminados. Y comparar su éxito en la puñalada por la espalda con el fracaso en la prevención del referéndum del 1 de octubre, las "urnas chinas" de las que se burlaba Montoro y la fuga permitida de Puigdemont y demás golpistas.”

En general, lo que Federico Jímenez Losantos ve como un imprescindible para dejar enmarcado en la pantalla sería la explicación de “por qué un PP dirigido por ella sería cómplice del proceso de liquidación del régimen constitucional del 78 acometido por Sánchez y sus socios del Gobierno”.