Escalada de tensión en mayúsculas entre Donald Trump y la investigación por las injerencias rusas en su campaña electoral de 2016 a la que ahora se suman acusaciones directas de los exdirectores de las agencias de inteligencia FBI y CIA.
A través de Twitter, el exdirector del FBI James Comey y el de la CIA John Brennan, ambos despedidos por Trump el año pasado por investigar su campaña, han estallado después de que el presidente despidiese al hasta el pasado viernes vicepresidente del FBI Andrew McCabe, el cual renunció en enero y al que le quedaban dos días antes de que fuese oficial su retiro. Con esta decisión, Trump lo deja sin pensión.
“Cuando se conozca la real dimensión de su venalidad, de su torpeza y de su corrupción política, usted ocupará el lugar que debe ocupar entre los demagogos deshonrosos en la basura de la historia”, escribió sin pelos en la lengua Brennan a Trump. “Puede usar como chivo expiatorio a Andy McCabe, pero usted no destruirá a los Estados Unidos ... Estados Unidos triunfará sobre usted”, continuó diciendo.
Comey también avisó al presidente de que “los estadounidenses van a escuchar mi historia muy pronto. Y podrán juzgar por sí mismos quién es honrado y quién no”. Se refiere a la autobiografía titulada A higher loyalty: truth, lies, and leadership ('Una mayor lealtad: verdad, mentiras y liderazgo) que saldrá a la venta el próximo 17 de abril.
Por su parte, McCabe también ha escrito a Trump, asegurando que su despido es simple y llanamente por venganza, y avisa que demandará a su administración. “Estoy siendo atacado por las acciones que tomé y todo lo que vi tras el despido del director del FBI Comey” dice y también anuncia que lo ha dejado todo por escrito y se lo ha entregado al fiscal especial Robert Mueller que dirige la investigación por el ya conocido como Rusiagate.
Redoble de ataques contra la investigación
En mitad de todos estos avisos al presidente que no hacen suponer un futuro nada tranquilo, Trump ha redoblado este fin de semana sus ataques al equipo encabezado por Mueller un día después de que su abogado personal, John Dowd, pidiera el fin de esa investigación al considerar que fue “manufacturada” por los exdirigentes del FBI por motivos políticos.
“¿Por qué el equipo de Mueller tiene 13 demócratas de línea dura, algunos de ellos grandes simpatizantes de la Corrupta Hillary (Clinton), y Cero Republicanos? Hace poco añadieron a otro demócrata... ¿Alguien cree que esto es justo? Y, sin embargo, ¡NO HUBO CONSPIRACIÓN (con Rusia)!”, escribió Trump en Twitter.
Trump omitió que el propio Mueller es republicano, y que fue nominado en 2001 como director del FBI por un presidente de ese partido, George W. Bush.
Señalando directamente a Mueller
Para Trump, repetir en Twitter que su campaña no conspiró con Rusia es casi el pan de cada día, pero nunca había mencionado directamente a Mueller en sus tuits hasta la tarde de este sábado, según revela una búsqueda en un archivo público de sus mensajes en esa red social.
El jueves, Mueller envió una citación judicial a la organización Trump para obtener todos los documentos de sus empresas y finanzas relacionados con Rusia. Trump en su día advirtió que esta sería su línea roja y que la Casa Blanca no lo iba a tolerar.
Si lo despide, es el fin de su presidencia
Los mensajes de Trump señalando directamente a Mueller han alarmaron a varios miembros del Congreso de ambos partidos. Dentro de las filas republicanas, sus propios compañeros han avisado al presidente de que descarte cualquier posibilidad de tocar al fiscal especial.
El senador republicano Lindsay Graham dijo a la cadena CNN que, si Trump intentara despedir a Mueller, “ése sería el principio del final de su presidencia, porque este país respeta la ley”.
Otro congresista republicano, Trey Gowdy, recomendó a Trump que, si es “inocente, actúe como tal”, en lugar de atacar a Mueller. “Si no has hecho nada mal, deberías querer que la investigación sea lo más completa posible”, dijo a la cadena Fox News.