El Partido Popular ha mostrado casi siempre especial indulgencia con el régimen franquista. Algunos de sus miembros incluso se han negado a condenarlo. El último ha sido Diego Gagó, único candidato a presidir las Nuevas Generaciones populares. El joven político mostró su destreza para cargar contra la República y culparla del inicio de la Guerra Civil.

Una postura que defendió en una tertulia de V Televisión, después de ser preguntado por la exhumación de personas asesinadas por el régimen. Sobre esta cuestión, Gago afirmo que habría que “estudiar cada caso”, aunque rechazaba que estas fueran financiadas por el Estado de “forma generalizada”.

Sin embargo, el ‘mirlo’ popular no ha sido el único del partido en sacar a relucir la doble vara de medir. Rafael Hernando, conocido por ser de gatillo fácil en cuanto le ponen un micrófono delante, también estuvo envuelto en una polémica similar.

Allá por el mes de agosto de 2013, el portavoz popular afirmó, durante una entrevista en Las Mañanas de Cuatro, que la bandera tricolor de la República es igual de “inconstitucional” que la franquista. Aunque estas no fueron sus únicas palabras sobre este escabroso asunto.

Después de condenar las “deplorables actitudes” de algunos miembros de Nuevas Generaciones – aparecieron en fotos con banderas fascistas -, Hernando reprochó que la República trajo consigo un millón de muertos. Además, puso en duda la legitimidad de la bandera republicana. Pero esto se queda corto si se coge el DeLorean para poner rumbo a 2007.

El “placentero” franquismo

En ese año, el ex ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja indignó al Partido Socialista con unas declaraciones sobre el franquismo. El que fuera eurodiputado popular se cuestionaba que porqué habría de condenar al franquismo si “muchas familias lo vivieron con naturalidad y tranquilidad” afirma Oreja, para concluir con un “la situación era de extrema placidez”.

Tras ver cómo estas palabras en La Voz de Galicia se difundían por todo el país, Ángel Acebes salió en defensa de su colega y, así, evitar una reprimenda en público. “Lo que ha dicho Jaime Mayor es que este debate, que divide y enfrenta a los españoles, es un debate del pasado que incumbe a los historiadores", afirmó el por entonces secretario general del Partido Popular. Algo que, lejos de apagar el fuego, lo avivó aún más.