Todos los medios de la derecha coinciden en señalar el carácter "político" que ven tras la convocatoria sindical. ABC sentencia que se trata de “una huelga política en contra del interés general” y reprocha a los líderes sindicales que no esperaran “ni cien días del Gobierno Rajoy en un intento de influir en las elecciones de Andalucía y Asturias”.

Una excusa para debilitar al Gobierno
“En la reforma laboral los sindicatos han encontrado una excusa porque la huelga general busca debilitar a un Gobierno que no está dispuesto a ceder al chantaje”, afirma el decano de la derecha mediática en su editorial, en el que considera la convocatoria una decisión “irresponsable y fuera de lugar”, “un antes y un después en la trayectoria de los sindicatos desde la Transición democrática”.



 Sindicatos de clase
Según ABC, “los llamados sindicatos de clase”, que "solo piensan en sus privilegios corporativos y en servir de punta de lanza del radicalismo”, durante el Gobierno de Zapatero “demostraron una sorprende mansedumbre culminada con una huelga general puramente cosmética”.

Una pataleta política
Para La Razón, el objetivo de los sindicalistas “recuerda mucho a la estrategia griega".  La huelga general, "cuyo coste superará los 7.000 millones de euros, no es más que la pataleta política de unos sindicatos desprestigiados que, lejos de lograr mejora alguna para los trabajadores, causará gran daño y desprestigio a la imagen internacional de España. Es una evidencia de que los sindicatos han fracasado estrepitosamente”.

En línea con los intereses de Rubalcaba
En la misma línea de ABC, el diario marianista por excelencia subraya que “la agitación social y callejera emprendida por los sindicalistas, la cual mañana tendrá otro ensayo a costa de despreciar a las víctimas del terrorismo, está concertada con los intereses del PSOE de Rubalcaba, que intenta como sea trasladar al Gobierno la responsabilidad del desastre económico que han dejado en España, y aprovechar la tensión para beneficiarse en las elecciones andaluzas”.



 Una función puramente fascista
Libertad Digital acusa a CCOO y UGT de ser “corresponsables de la desastrosa gestión de Zapatero” y asegura que los sindicatos “desempeñan un papel en eso que se ha venido a denominar ‘agentes sociales’ que nada tiene que ver con la voluntad de los trabajadores”, ya que, afirma, “su afiliación apenas supera el 5%”. Para este diario, la función de estas organizaciones es “otorgada por el Estado desde una visión corporativista de la sociedad, puramente fascista, desde el punto de vista teórico, y heredada del régimen franquista: los sindicatos verticales”.

¡Matones, al banquillo!
En su editorial, el digital de Federico Jiménez Losantos afirma que “todos los matones que pretendan violentar la libertad de los españoles para circular por las carreteras, utilizar el transporte público, abrir su comercio o simplemente tomarse una caña deben ser enviados al banquillo de los acusados. Todos sin excepción", subraya.

Reclama la actuación de Interior
Libertad Digital insta a Interior a intervenir a través de “los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado” para “garantizar que ni un solo ciudadano vea coartado su derecho a trabajar el 29 de marzo”.



 Huelga, bocadillo y algarada
La Gaceta
insiste en que “no le han dado ni cien días al Gobierno antes de desempolvar las pancartas y pedir a sus liberados que se desperecen, que toca huelga, bocadillo y algarada” y considera “irresponsable” la convocatoria.

Señoritos a costa de los trabajadores
“Es una triste gracia ese lema de huelga, porque si en España hay algo injusto y necesario son los dos grandes sindicatos de clase, que han vivido como señoritos a costa de los trabajadores”, afirma el diario de Intereconomía.

Cómplices del holocausto laboral de ZP
Según La Gaceta, “nunca se repetirá lo suficiente que fue la izquierda caduca de Zapatero y Rubalcaba, con el apoyo subvencionado de los sindicatos la que destruyó en España más de tres millones de empleos (…) A falta de poder exigir una responsabilidad penal, al menos las urnas ya han colocado en su sitio al PSOE. Pues ahora les toca a CC OO y UGT pagar su complicidad con este holocausto laboral”.