En los últimos días han trascendido diferentes aristas del espionaje y la fabricación de pruebas falsas de la policía política del PP contra Podemos. Hoy, según publica El País, la trama va un paso más allá: la cámara que la Guardia Civil dispuso por seguridad en el chalet de Pablo Iglesias e Irene Montero fue hackeada y las imágenes se podían ver en tiempo real en una página web abierta.

La formación morada denunció el pasado 17 de octubre que la cámara de seguridad había sido hackeada, conclusión a la que llegaron después de recibir en su casa un sobre anónimo con pantallazos de la web.

Según el citado diario, la Guardia Civil siguió la pista de las imágenes y llegó a un servidor de Singapur, pero aún no han podido identificar a los implicados.

Eso sí, en cuanto se puso en conocimiento de las autoridades, la Guardia Civil procedió a resetear la cámara y a aumentar la seguridad de la misma para evitar futuros pirateos.

Todo esto ha trascendido apenas una semana después de conocerse que el juez del caso Villarejo, Manuel García Castellón, ha abierto una pieza separada a fin y efecto de investigar cómo y por qué el comisario retirado tenía toda la información del teléfono que sustrajeron en 2016 a Dina Bousselham, persona se la máxima confianza de Pablo Iglesias y cercana a su gabinete cuando el líder morado era europarlamentario. En otras palabras, Iglesias se ha convertido en una víctima más de la larga lista de José Manuel Villarejo y su guardia pretoriana. El asunto implica directamente al Gobierno de Mariano Rajoy y a un medio de comunicación. Un auténtico escándalo.