La diputada de UPyD Irene Lozano ha anunciado que en el próximo congreso extraordinario del partido, previsto para junio, encabezará una candidatura alternativa para liderar el Consejo de Dirección del partido.
"Vamos a dar esa batalla en el congreso", ha asegurado Lozano en declaraciones a Al rojo vivo, de La Sexta, tras explicar que no es la única dentro de UPyD que quiere presentar una candidatura alternativa para disputar el liderazgo a Rosa Díez.
Le gustaría contar con Toni Cantó
Irene Lozano ha adelantado que por el momento a su candidatura se unirá el también diputado Álvaro Anchuelo, y que le gustaría contar con Toni Cantó, “un peso pesado del partido”, quien ayer anunció que renuncia a su escaño en el Congreso y que no se presentará como candidato de UPyD a la Presidencia de la Generalitat valenciana por su desacuerdo con las decisiones del partido después de su debacle en Andalucía
Defiende ahora una alianza con Ciudadanos
"Hay un grupo de personas encabezadas por mí que vamos a presentar una lista alternativa para competir en el congreso extraordinario frente a la lista oficialista", ha anunciado la diputada de UPyD, que al ser preguntada por un futuro acuerdo con Ciudadanos ha respondido que habrá que ir a “algún tipo de alianza”.
Hay que recordar que Irene Lozano fue una de las dirigentes de UPyD que cargó, el verano pasado, contra el exeurodiputado Sosa Wagner por proponer negociar un pacto con Ciudadanos. Lozano le tildó de “mezquino” y le reprochó que no hiciera su propuesta en los marcos del partido, sino en un artículo de prensa.
Díez impone gestoras en Castilla y León, Asturias y Andalucía
El anuncio de este miércoles de Irene Lozano llega en el peor momento para la formación, después de la renuncia de Toni Cantó a liderar su candidatura a la Generalitat Valenciana; de la del candidato a la Alcaldía de Salamanca, Óscar Sánchez, que se ha retirado, según ha dicho por “los suicidas errores” del partido.
Por otra parte, la dirección de UPyD ha impuesto gestoras en Castilla y León, tras la dimisión de cinco de sus ocho miembros; en Asturias, donde se había decidido someter a votación de los militantes la dimisión del Consejo de Dirección nacional y de Rosa Díez; y en Andalucía después de la “acumulación de dimisiones”.