El actual ministro de Justicia de Brasil, Sergio Moro, habría colaborado en secreto, en su etapa como juez, para perpetrar la causa judicial contra el expresidente Lula da Silva, a quien condenó, en 2017, a nueve años y seis meses de prisión por recibir un apartamento en una playa de Sao Paulo a cambio de favores políticos a la constructora OAS. El objetivo de la maniobra judicial era impedir la victoria electoral del Partido de los Trabajadores, según una investigación del diario The Intercept Brasil.

El diario ha desvelado mensajes de texto entre el fiscal de la operación Lava Jato, Deltan Dallagnol, y Sergio Moro, ministro de Justicia del Gobierno de Bolsonaro, durante la investigación del caso, algo prohibido por la Constitución y el Código Penal brasileño. En ellos, el juez recomendó al fiscal que cambiara "el orden de unas etapas de la investigación, cobró agilidad en operaciones, dio consejos estratégicos y pistas informales de investigación y anticipó al menos una decisión, criticó y sugirió recursos al Ministerio Público y retó a Dallagnol como si él fuera un superior jerárquico de los fiscales y de la Policía Federal”, según la citada publicación.

"Las conversaciones entre Moro y Dallagnol demuestran que el actual ministro se entrometió en el trabajo del Ministerio Público”, concluye la investigación.

Planearon frenar una entrevista de Lula da Silva a un medio de comunicación

En sus conversaciones, el grupo los fiscales del grupo que investigaba la Lava Jato en Curitiba, liderado por Dallagnol, discuten incluso cómo frenar una entrevista que Lula da Silva, en prisión desde abril de 2018, había concedido al diario Folha de Sao Paulo porque podría beneficiar al Partido de los Trabajadores (PT) en las elecciones del pasado octubre.

En otro de los mensajes, del 21 de febrero de 2016, Sergio Moro escribe, presumiblemente sobre el caso Lava Jato; “Hola, delante de los últimos despliegues tal vez sea el caso invertir la orden de la dos etapas”. En otro, fechado el 13 de marzo del mismo año, en medio de manifestaciones en las calles contra el Gobierno de Dilma Rousseff, el fiscal Dallagnol escribió: “Enhorabuena por el inmenso apoyo público hoy (...) Sus señales conducirán multitudes, incluso para reformas que Brasil necesita, en los sistemas político y de Justicia criminal”. A lo que el juez Moro respondió, según The Intecept: "Hice una manifestación oficial. Enhorabuena a todos nosotros (…). Aún desconfío mucho de nuestra capacidad institucional de limpiar el Congreso”.

"Abrir" las conversaciones entre Lula y Dilma Rousseff

El reportaje desvela cómo el fiscal y el juez planearon hacer públicas conversaciones entre Lula da Silva y Dilma Rousseff, cuando se pensaba que el expresidente sería nombrado ministro, en marzo de 2016, lo que fue visto como un intento del Partido de los Trabajadores de darle inmunidad parlamentaria al exmandatario, investigación judicialmente.

“La decisión de abrir se mantiene incluso con el  nombramiento, confirma?”, preguntó Dallagnol en un mensaje a Moro, a lo que éste respondió: “Cuál es la posición del MPF [Ministerio Público Federal]?”. La respuesta: “Abrir”.

El Ministerio Público defiende el trabajo de los fiscales

El Ministerio Público Federal de Paraná ha respondido tras la publicación del reportaje que sus miembros han sido víctimas de “la acción vil de un hacker que invadió teléfonos y aplicaciones de fiscales de la Lava Jato usados para comunicaciones privadas y del interés del trabajo".

Los fiscales han dicho que mantuvieron, a lo largo de los últimos cinco años, “discusiones en grupos de mensajes sobre diversos temas, algunos complejos, en paralelo a la reuniones personales que les dan contexto” y que “muchas conversaciones, sin el debido contexto, pueden dar margen para interpretaciones equivocadas".  El Ministerio Público reprocha a The Intercept no hizo “ninguna solicitud de aclaración" antes de la publicación de su reportaje. 

La expresidenta brasileña Dilma Rousseff, ha dicho, desde su cuenta en Twitter, que las revelaciones de The Intercept dejan "explícitas las relaciones ilegales y espurias entre el juez Sergio Moro y los procuradores de la Lava Jato, con destaque para Deltan Dallagnol". "Procesos corrompidos por el fraude implican la libertad inmediata de Lula".