Los Gobiernos y la Eurocámara han llegado este jueves a un acuerdo definitivo sobre el pasaporte europeo Covid. Esta iniciativa ha sido impulsada, sobre todo, por España y Grecia, con el fin de reactivar los viajes turísticos dentro de la Unión Europea para salvar la temporada de verano y ayudar así a la recuperación económica.
Este acuerdo todavía tiene que ser validado por los Estados miembros y se espera que se vote la segunda semana de junio en el pleno de la Eurocámara. Con ello, se prevé que el certificado empiece a funcionar a partir de la segunda mitad de junio, junto a tiempo para las vacaciones veraniegas.
Con este certificado de vacunación contra el coronavirus se facilitarán los viajes a destinos europeos que hayan sido vacunados contra el virus, tengan anticuerpos o dispongan de una PCR con resultado negativo.
"Fumata blanca: Tenemos un acuerdo sobre la propuesta para un Certificado Covid digital europeo", ha anunciado el comisario de Justicia, Didier Reynders, a través de las redes sociales tras varias horas de negociación con el Parlamento europeo y los Veintisiete.
El documento, que será multilingüe y se expedirá tanto en soporte digital como físico, se llamará finalmente "Certificado digital Covid de la UE" y será aplicable en el conjunto de la UE a partir del 1 de julio. También que las restricciones que se apliquen a los viajeros titulares de este certificado sean "proporcionadas" y se fijen en función de lo que establezca el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).
El texto señala que los gobiernos nacionales deberán abstenerse de imponer medidas adicionales a los viajeros con este certificado, como el respeto de cuarentenas al llegar a destino o la realización de una segunda PCR, aunque no se fija una directriz obligatoria porque se trata de competencias nacionales.
Finalmente, la Eurocámara no ha logrado el objetivo de que todas las PCR que se realicen vinculadas al certificado sean gratuitas pero sí se contempla que puedan destinarse fondos adicionales para costearlos y que estas pruebas deberán ser "asequibles" para los europeos.