El presidente de panamá, José Raúl Mulino, ha recibido felicitaciones del rey de Marruecos, Mohamed VI, por haber cortado relaciones con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) este martes. El rey ha compartido sus “sinceros agradecimientos” por su “sabia decisión”, implicando así un fortalecimientos en sus relaciones bilaterales. Ambos países son enclaves geográficas importantes por el Estrecho de Gibraltar y el canal de Panamá
El gobierno panameño ha afirmado que seguirá apoyando a Naciones Unidas (ONU) para lograr una solución “pacífica, justa, duradera y aceptable” para las partes involucradas en la disputa territorial por el Sáhara Occidental. Es el primer país de América Latina en reconocer el poder marroquí sobre el Sáhara Occidental y parece que es un conflicto territorial de la que se ha olvidado con el protagonismo de guerras más cercanas.
Trump rechaza la independencia del Sáhara Occidental
La política radical de Trump respecto a conflictos internacionales no es una historia nueva. Justo antes de que abandonase el poder en 2020, Trump anunció que Estados Unidos reconocía la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, a cambio del establecimiento de relaciones entre Israel y Marruecos, de acuerdo con El País. Tuiteó: “La propuesta seria, creíble y de autonomía realista de Marruecos es la ÚNICA base para una solución justa y duradera para la paz y la prosperidad”.
La ONU reconoció el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui en 1976, pero, como todos los acuerdo de la ONU, no tienen fuerza vinculante y, por lo tanto, su violación no conlleva consecuencias aplicables. La propuesta de un referéndum de autodeterminación para poner fin al conflicto no se ha llevado a cabo pese a que la ocupación marroquí del territorio es considerada una anexión ilegal por el derecho internacional. El reconocimiento del presidente electo convirtió a Estados Unidos en el primer poder occidental en legitimar el control de Marruecos sobre la zona. La validación de Trump fue acompañada por el anuncio de la Casa Blanca de que las relaciones entre Marruecos e Israel se iban a normalizar: “¡Es un logro enorme para la paz en Oriente medio!”
La reelección de Trump podría conllevar consecuencias para la RASD dado que es posible que Trump impulse la anexión de la zona a Marruecos para fortalecer sus lazos diplomáticas. Una de las razones principales por este interés se podría atribuir al control marroquí de la costa sur del Estrecho de Gibraltar dónde, junto con el puerto de Algeciras, se mueven 215 millones de toneladas de mercancías al año, según South Pacific Logistics. Además, Marruecos alberga entre el 70% y el 75% de las reservas de fosfatos del mundo -minerales usados mayoritariamente en los fertilizantes, producto esencial para el sector agrícola-, de acuerdo con Land Links.
Biden no ha comentado sobre la reversión o el apoyo a la decisión de Trump, pero su regreso a la Casa Blanca probablemente fortalecerá la posición de Marruecos, convirtiendo al establecimiento de un estado independiente prometido por la ONU en un suceso prácticamente imposible en las circunstancias internacionales actuales. Igualmente, dado que este mandato de Trump parece ser más radical, podría surgir un momento decisivo respecto al estatus del Sahara Occidental durante el mandato de Trump.
¿Por qué importa?
Marruecos tiene una política agresiva hacia sus países vecinos. No es ningún secreto que utiliza la presión migratoria para forzar el brazo de España; una táctica que empleó para obligar a Pedro Sánchez reconocer el control marroquí del territorio saharaui tras una crisis migratoria. En 2021, la hospitalización del mayor representante del Frente Polisario, Brahim Ghali, en España provocó la reacción agresiva de Marruecos, dónde desencadenó una crisis migratoria masiva en la que se estima que cruzaron 12.000 personas la frontera de manera ilegal, según la Universidad de Navarra.
Consecuentemente, Argelia suspendió su Acuerdo de amistad, buena vecindad y cooperación con España en un momento de tensión geopolítica internacional con el estallido de la invasión total de Ucrania, según la Universidad de Navarra.
Las consecuencias para España y el fortalecimiento de Marruecos es indiscutible pero el derrumbamiento de un acuerdo significativo de la ONU está en las cartas también. El enviado especial de la ONU en la zona, Staffan de Mistura, ha planteado esta última semana la partición del territorio y así “garantizaría el derecho de autodeterminación de la población del Sáhara Occidental”, según RTVE. Esto implica que partes de la ONU han abandonado la esperanza de proporcionar el referéndum acordado y pone en evidencia la inacción e incapacidad de un órgano internacional que supuestamente garantiza los derechos humanos. Además, el Artículo 21 de su declaración Universal de Derechos Humanos defiende que “La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente”; la partición del territorio en una zona independiente y una zona anexada a Marruecos es una contradicción directa a la declaración.