La candidata macronista, Yaël Braun-Pivet, ha superado en votos este jueves en la tercera votación al candidato del bloque de izquierdas del Nuevo Frente Popular, André Chassaigne, y ha logrado la reelección como presidenta de la Cámara Baja francesa. Chassaigne, diputado por el quinto distrito de la circunscripción de Puy-de-Dome, ha recabado 200 votos en la segunda vuelta, mientras que en la tercera y definitiva ronda solamente ha conseguido dos adicionales, quedándose por detrás de los 210 de Braun-Pivet.
La candidata macronista se ha asegurado el cargo tras recabar 210 votos en la votación final. En tercer lugar ha quedado el aspirante del ultraderechista Agrupación Nacional, Sébastien Chenu, que ha sido votado por 142 diputados en la primera vuelta, ganando solo un voto más en la segunda.
Tanto el candidato de Los Republicanos, Philippe Juvin, como Naima Moutchou, del partido Horizontes, han decidido retirar su candidatura antes de celebrarse la segunda vuelta tras obtener 48 y 38 votos, respectivamente. Por su parte, el candidato del grupo independiente Liot, Charles de Courson, ha cosechado 18 apoyos en la primera votación y tras perder seis votos en la segunda ha decidido retirar su candidatura, según ha recogido la cadena BFM TV.
Tensiones entre la izquierda y los macronistas
A tenor de estas votaciones, las principales figuras de la izquierda francesa han acusado a los macronistas de tejer "alianzas" tanto con los partidos de derecha como con la extrema derecha de Marine Le Pen para lograr que Braun-Pivet tenga los apoyos necesarios para revalidar su mandato al frente de la Asamblea.
El Partido Socialista, La Francia Insumisa, el Partido Comunista y los 'verdes', principales integrantes del Nuevo Frente Popular, alcanzaron este miércoles un acuerdo para presentar al comunista André Chassaigne como candidato de unidad para la presidencia de la Asamblea. Pese a ello, las negociaciones para alcanzar un consenso y presentar un aspirante a primer ministro siguen estancadas.
Cabe destacar que la votación para elegir al presidente de la Asamblea Nacional es un proceso clave del sistema político francés. Está dividido en dos rondas, y para que un candidato sea elegido en alguna de las dos primeras sesiones, debe obtener una mayoría absoluta de votos. Si no ocurre, se celebra una tercera vuelta en la que sirve la mayoría simple, que es de la que se ha valido Braun-Pivet para volver a ser elegida al cargo que ya ostentaba desde el año 2022.
El Presidente de la Asamblea Nacional es la cuarta máxima autoridad del Estado en Francia y tiene una función principal: dirigir los debates en la Cámara; y una responsabilidad: nombrar a tres miembros del Consejo Constitucional, un miembro del Consejo Superior de la Magistratura y tres miembros del Consejo Superior Audiovisual.
Tras estos apretados resultados, Braun-Pivet revalida su mandato y volverá a estar al frente de la Cámara durante otros cuatro años. Después de las legislativas de 2022, Braun-Pivet dimitió del Gobierno cuando se desempeñaba como ministra de Territorios de Ultramar, precisamente para ser la candidata del partido presidencial de la Asamblea y haciéndolo en contra de la opinión del propio Macron. Fue elegida en segunda vuelta con 242 votos, y su actividad como presidenta ha estado marcada por varias disputas con diputados izquierdistas, a los que ha impuesto numerosas sanciones por desplegar banderas en apoyo al pueblo palestino.