Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han emitido una orden "urgente" que prohíbe a la población libanesa desplazarse o regresar a más de 50 aldeas y barrios en el sur del país, pese a que el alto el fuego entre Israel y Líbano está en vigor desde el pasado miércoles. Esta decisión fue anunciada por el portavoz en árabe de las FDI, Avichai Adrai, a través de su cuenta en la red social X. "Declaración urgente a los residentes del Líbano. Hasta nuevo aviso, tienen prohibido desplazarse hacia el sur hasta la línea de las siguientes aldeas y sus alrededores", declaró Adrai. Entre las localidades mencionadas se encuentran Shebaa, Al Habbariyeh, Marjayoun, Yater, Al Mansouri y otras que forman parte del área afectada. Además, instó a no regresar a numerosos barrios, como Dahra, Naqoura, Bint Jbeil, Alma ash Shaab y Maroun al Ras.
Advertencia de riesgos y objetivos militares
El portavoz también advirtió a los residentes que "cualquiera que cruce hacia el sur se expone al peligro" y señaló que el Ejército israelí no tiene intención de atacar a civiles, pero mantiene la prohibición para garantizar la seguridad en el área. Según Adrai, la medida permanecerá vigente "hasta nuevo aviso" mientras se monitorea la situación.
Desde el inicio de los enfrentamientos entre Israel y el partido-milicia chií Hezbolá, el ejército israelí asegura haber atacado más de 12.500 objetivos del grupo, causando la muerte de aproximadamente 2.500 presuntos combatientes. De lo que no presume el ejército israelí es que en dicha ofensiva ha terminado con la vida de cientos de mujeres y niños.
El contexto del alto el fuego
El alto el fuego, mediado por Estados Unidos, fue confirmado el martes por el presidente Joe Biden y entró en vigor el miércoles a las 4:00 horas (hora local). El acuerdo fue diseñado para detener la violencia que ha dejado miles de víctimas en ambos lados. Según cifras oficiales, los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá han provocado más de 4.000 muertes en Líbano desde que comenzaron las hostilidades, mientras que la ofensiva israelí contra Gaza ha causado más de 44.300 muertos y unos 105.000 heridos.
Pese a la tregua, las tensiones se han mantenido. Israel ha insistido en que las restricciones en el sur del Líbano son necesarias para evitar nuevos ataques de Hezbolá, mientras que Líbano ha calificado estas medidas como un acto de ocupación y una violación del acuerdo.
Reacciones en la región
El gobierno libanés ha denunciado las restricciones impuestas por Israel, argumentando que afectan gravemente a la población civil y dificultan el acceso a alimentos, medicamentos y otros suministros esenciales. Organizaciones internacionales también han expresado su preocupación por el impacto humanitario de estas medidas.
Por su parte, Israel sostiene que las restricciones son una medida defensiva necesaria para evitar que Hezbolá utilice estas áreas como puntos estratégicos para lanzar ataques. "Nuestro objetivo es proteger nuestras fronteras y garantizar la seguridad de nuestra población", afirmó un portavoz militar.
Impacto humanitario y político
Las restricciones han generado un éxodo masivo de civiles hacia zonas más seguras, agravando la ya crítica situación humanitaria en el Líbano. Según informes locales, miles de familias han sido desplazadas, lo que incrementa la presión sobre los recursos limitados en el país.
Además, la medida ha provocado tensiones diplomáticas entre Líbano e Israel, con llamados de la comunidad internacional para que ambas partes respeten el alto el fuego y trabajen en una solución pacífica al conflicto. Mientras tanto, los residentes afectados enfrentan incertidumbre sobre cuándo podrán regresar a sus hogares.
Así, las medidas restrictivas impuestas por Israel reflejan la desconfianza entre las partes y subrayan la dificultad de alcanzar una paz duradera. Con miles de vidas perdidas y comunidades devastadas, la comunidad internacional enfrenta el desafío de mediar en un conflicto que no solo afecta a Israel y Líbano, sino que amenaza la estabilidad de Oriente Medio.