Este jueves, el partido-milicia chií libanés Hezbolá ha confirmado la trágica muerte de una veintena de sus miembros, incluyendo a un menor, en una nueva ola de explosiones en Líbano. El balance de víctimas asciende a al menos 20 fallecidos y 450 heridos, sumándose a los doce muertos y 2.800 lesionados del miércoles. Según el Ministerio de Salud libanés, esta serie de explosiones ha afectado dispositivos de comunicación como walkie-talkies, teléfonos móviles y ordenadores portátiles, provocando numerosos incendios en viviendas y vehículos tanto en Beirut como en otros lugares del país.

El grupo islamista ha publicado los nombres de los 20 "mártires", destacando entre ellos a un adolescente de 16 años identificado como Abdul Moneim Yamal 'Malak'. La cadena de televisión libanesa Al Manar, afín a Hezbolá, ha sido la encargada de difundir esta información. Sin embargo, no se han clarificado las circunstancias exactas de estas muertes, que podrían incluir también a víctimas de las heridas sufridas el día anterior.

Israel no menciona lo ocurrido, pero felicita al Mossad por sus "grandes logros"

Las autoridades de Líbano y Hezbolá han denunciado que las explosiones del martes fueron obra de Israel, aunque desde el Gobierno israelí aún no ha habido declaraciones al respecto. Mientras tanto, el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, ha felicitado al Mossad por sus "grandes logros", aunque sin hacer referencia directa a los incidentes en Líbano. Gallant ha destacado que "el centro de gravedad" de las operaciones israelíes se está desplazando hacia la frontera norte, señalando una "nueva fase" en el conflicto.

En paralelo, las conversaciones entre Gallant y el secretario del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, han reafirmado el apoyo estadounidense a Israel frente a Irán, Hezbolá y otras milicias proiraníes. Austin ha subrayado el compromiso de Estados Unidos con la disuasión de estos actores para reducir las tensiones regionales, según comunicó el Pentágono.