Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han confirmado la muerte de dos de sus militares, víctimas de una serie de ataques perpetrados por el partido-milicia chií Hezbolá desde Líbano. Los ataques, que incluyeron drones y proyectiles, tuvieron como blanco posiciones militares en el norte de Israel, aumentando la tensión en la región.

Los militares fallecidos han sido identificados como el mayor Nael Fwarsy, de 43 años, y el sargento Tomer Keren, de tan solo 20 años. Ambos perdieron la vida "combatiendo en el norte", según el comunicado emitido por el Ejército israelí. Las circunstancias de su fallecimiento son especialmente trágicas, con Fwarsy siendo alcanzado por un dron en Yaara, lo que también dejó un herido, mientras que Keren murió tras el impacto de dos misiles cerca de la frontera con Líbano.

Antes de estos ataques, las FDI habían llevado a cabo bombardeos sobre "edificios militares" y un "almacén de armas" en el sur de Líbano, supuestamente utilizados por la milicia libanesa. Como represalia, Hezbolá ha reconocido la muerte de una veintena de sus miembros y ha informado sobre una oleada de explosiones de dispositivos de comunicación que ha dejado 37 muertos y casi 3.000 heridos.

El recrudecimiento de los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá, un grupo con significativo apoyo de Irán y considerable influencia militar y política en Líbano, ha generado preocupación por la posible expansión del conflicto en Oriente Próximo. En este contexto de creciente tensión, la semana pasada el Ejército de Israel presentó a Estados Unidos sus "planes operativos" con respecto a Líbano, señal de la seriedad con la que Israel está tomando la amenaza de Hezbolá y la volátil situación en la región.