El líder de Hamás, Ismail Haniyeh, ha sido asesinado este miércoles en Teherán por un ataque procedente de Israel, según ha anunciado la Guardia Revolucionaria de Irán y el propio movimiento islamista palestino. Israel no se ha pronunciado al momento de redacción de estas líneas, y es que ni afirma ni desmiente.
“El Hermano, el líder, el muyahidín Ismail Haniyeh, líder del movimiento, murió en un ataque sionista en sus oficinas en Teherán después de que participara en la investidura del nuevo presidente iraní”, con este anuncio ha comunicado el movimiento islamista palestino el fallecimiento.
La defunción se ha producido después de que la residencia de Haniyeh en Teherán haya sido atacada, según ha reseñado la Guardia Revolucionaria de Irán, el ejército ideológico de la República Islámica. Algunos expertos apuntan a la utilización de algún tipo de avión no tripulado atendiendo a que no se escuchó ninguna gran explosión en la capital iraní.
Ha sido a raíz de este “incidente”, cuando “él y uno de sus guardaespaldas fueron martirizados”. Así lo ha confirmado en un comunicado en el sitio web Sepah, el portal de noticias de las fuerzas armadas.
A sus 61 años de edad, el líder de Hamás había viajado a la ciudad iraní el pasado martes para asistir a la ceremonia de investidura del nuevo presidente del país, Masud Pezeshkian.
El asesinato se produce en un contexto en el que la tensión en Oriente Medio ha ido en aumento desde el pasado mes de octubre, con el ataque llevado a cabo precisamente por Hamás. Entretanto, el máximo responsable de la organización ha sido el encargado de liderar la negociación sobre la guerra en Gaza. Sami Abu Zuhri, en la que ha sido una de las primeras reacciones de un alto cargo del movimiento islamista, declaró a la agencia Reuters que el asesinato obedece a una “grave escalada que no logrará sus objetivos”.
La persona asesinada responde a un histórico del grupo islamista que abandonó la Franja en 2019 y que desde entonces vivía la mayor parte de tiempo en Doha, donde se encuentra el cuartel general de Hamás en el extranjero. Irán se consideraba un lugar seguro para los líderes del movimiento palestino, así como para el resto de altos cargos de grupos como Hizbolá, aunque ha dejado de serlo después de este asesinato.
La analista Fereshte Sadeghi ha tachado de “vergüenza total para Irán, la Guardia Revolucionari ay el aparatado de seguridad iraní”. “Si Teherán no responde ahora, el público interno se burlará de él, mientras que ningún invitado del Eje de Resistencia -especialmente Nasralla u otros funcionarios palestinos- viajarán de nuevo a Teherán”, explicó desde la capital de Irán en su canal X la experta.