Alternativa para Alemania (AfD), partido político de ideología ultraderechista e islamófoba, rompió el espectro político alemán al conseguir el 12,6% de los votos en las pasadas elecciones de septiembre de 2017, obteniendo de esta manera sus primeros escaños en el parlamento alemán. AfD se colocó como tercera fuerza política tras la pírrica victoria de la coalición de Merkel (CDU/CSU) y el segundo puesto del Partido Socialdemócrata (SPD). De esta manera, la ultraderecha llegaba al Bundestag por primera vez desde 1945.

El pasado 8 de julio, el medio alemán Bild am Sonntag publicó un sondeo del instituto demoscópico Emnid en que se vislumbra la aceptación del discurso racista de AfD en la sociedad germana. El mensaje de odio cala y el partido xenófobo continúa su auge. En concreto, la intención de voto ha crecido hasta el 17%, igualando al partido socialdemócrata que ha perdido 2 puntos alcanzando dicha cifra. La gran coalición de Merkel ve cómo Alternativa para Alemania, actualmente principal partido de la oposición, continúa creciendo mientras la debilidad del gobierno es cada vez mas palpable.

Además, Alternativa para Alemania ha sido siempre acusada de tener vínculos con grupos neonazis. Ese secreto a voces dejó de serlo tras la publicación de la investigación llevada a cabo por el diario Die Zeit publicada en marzo, la cual confirmó que AfD cuenta con asesores parlamentarios con vinculaciones con grupos negacionistas y nostálgicos del nazismo.

En total, el partido xenófobo cuenta con 297 trabajadores en el Parlamento Alemenán. La publicación de Die Zeit afirma que 27 colaboradores tienen claras vinculaciones con el neonazi Partido Nacionaldemócrata de Alemania (NPD) y la organización Heimattreue Deutsche Jugend (Juventudes Alemanas Leales a la Patria). De hecho, esta última fue prohibida en 2009. Estos datos confirman que neonazis están cobrando un salario público. El reportaje del medio alemán atisba así el problema: “La misión de la red ultraderechista alemana es abolir la democracia parlamentaria. Gracias a los diputados de AfD importantes organizaciones de esa escena tienen el Bundestag y dinero público para ayudarles a conseguirlo”.