Jair Bolsonaro dijo ayer jueves sentirse “triste” por las 1.000 amputaciones de pene que se producen en su país cada año, a causa de la falta de higiene básica, según informa ABC.

Después de presentarse en el Ministerio de Educación, el presidente de Brasil ha confirmado que su Gobierno tiene que trabajar para hacer ver a los hombres la importancia de tener una buena conducta higiénica.

“En Brasil, se producen 1.000 amputaciones de pene al año debido a la falta de agua y jabón”, afirmó, aunque sin citar a la fuente de la que ha sacado estas cifras. Además, dijo que “tenemos que encontrar una manera de salir del fondo de este agujero”.

Estas declaraciones no son extrañas, ya que en anteriores ocasiones Bolsonaro ha hablado sobre temas delicados. El pasado marzo, durante los carnavales, puso en su perfil de Twitter un vídeo de dos hombres practicando una lluvia dorada, un fetiche sexual que consiste en que una persona orina sobre la otra. Después de este tuit, el mandatario publicó otro en el que preguntaba “¿qué es la lluvia dorada?”.

Tal como apuntan los críticos, Bolsonaro está más concentrado en desmotivar a sus críticos progresistas con todos los comentarios incendiarios que publica en la red social, que en conseguir un consenso en el Congreso para hacer reformas, como revisar el sistema de pensiones de Brasil.