Las tensiones entre Israel e Irán han alcanzado un nuevo punto crítico tras el bombardeo efectuado este lunes por las Fuerzas Armadas israelíes contra la sede de la televisión pública iraní (IRIB) en Teherán. El ataque, que tuvo lugar en plena emisión en directo, ha dejado al menos tres personas muertas, dos de ellas trabajadoras de la cadena estatal.

El bombardeo se produjo en torno a las 18:34, hora local (17:04 hora peninsular española), cuando al menos cuatro proyectiles impactaron en las instalaciones del canal. En imágenes retransmitidas en directo por IRIB pudo verse cómo la presentadora Sahar Emami abandonaba apresuradamente el plató mientras parte del techo se desplomaba y el polvo invadía el estudio. Pese a la interrupción, la emisión fue reanudada posteriormente.

Entre las víctimas mortales ya identificadas se encuentran el periodista Nima Rajabpour y la trabajadora administrativa Masoumeh Azimi, según confirmó el canal de noticias iraní Press TV. Ambos se encontraban en el interior del edificio cuando se produjo el ataque.

El Ejército israelí ha reconocido la autoría del bombardeo, asegurando que la sede de la televisión estatal era utilizada por las fuerzas armadas iraníes con fines militares. En un comunicado difundido a través de su canal oficial en Telegram, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) afirmaron que las instalaciones de IRIB servían para "promover operaciones militares bajo cobertura civil", aprovechando los recursos de los medios de comunicación estatales.

El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, también se pronunció sobre la operación. En un mensaje oficial, explicó que el objetivo era "golpear al dictador iraní en todas partes". Katz calificó a IRIB como un “instrumento de propaganda y odio del régimen iraní” y destacó que el ataque se llevó a cabo tras una evacuación previa del vecindario.

De hecho, poco antes del bombardeo, el portavoz del Ejército israelí en árabe, Avichay Adraee, publicó una advertencia instando a los residentes del Distrito 3 de Teherán - donde se encuentra la sede de IRIB - a abandonar la zona de manera inmediata. "Por su seguridad, les pedimos que abandonen la zona mencionada en el Distrito 3 de Teherán inmediatamente", indicaba el comunicado acompañado de un mapa.

Este ataque se enmarca en una escalada bélica más amplia que ha ido intensificándose en los últimos días entre Israel e Irán. Según fuentes internacionales, Israel ha conseguido en las últimas jornadas hacerse con el control del espacio aéreo sobre Teherán y destruir una parte significativa de los lanzadores de misiles iraníes. Por su parte, las autoridades iraníes han advertido que preparan una respuesta con un ataque de misiles sin precedentes contra objetivos israelíes.

La comunidad internacional ha reaccionado con creciente preocupación ante la posibilidad de que esta nueva espiral de violencia derive en un conflicto de mayor envergadura. Naciones Unidas ha instado a ambas partes a actuar con moderación y a respetar el derecho internacional humanitario, especialmente en lo relativo a la protección de infraestructuras civiles y trabajadores de los medios de comunicación.

La muerte de periodistas y personal civil como consecuencia de este bombardeo reaviva el debate sobre los límites de las operaciones militares en contextos urbanos y sobre la protección de los medios de comunicación durante los conflictos armados. La sede de IRIB, aunque señalada por Israel como un centro de operaciones militares encubiertas, sigue siendo considerada por muchas organizaciones internacionales como una infraestructura civil cuya destrucción podría suponer una vulneración de las normas internacionales sobre la guerra.

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