La posibilidad de escuchar en un mismo lugar, en el mismo acto, a dos de los grandes protagonistas de la transición y de los primeros 20 años de la democracia española: Felipe González y Alfonso Guerra. Una reunión que no deja de estar exenta de mucho morbo.
Nunca fueron habituales sus coincidencias en los mítines
En realidad, los dos dirigentes históricos del PSOE casi nunca coincidían en los mítines cuando ellos dirigían el partido. Durante las campañas políticas de los años 70 y 80 solían repartirse los actos, de forma que entre los dos se aseguraban de mantener el nivel de movilización de los seguidores socialistas.
Al contrario de lo que se está diciendo, por ejemplo, Alfonso Guerra y Felipe González no coincidieron en ningún mitin durante la campaña de 1996, la última con González al frente del cartel del PSOE. En realidad, la última vez que se les vio juntos en un gran mitin fue en octubre de 1992, en el acto que su partido organizó en Las Ventas para celebrar el 10 aniversario de la histórica victoria socialista. Aunque ya por entonces, la relación entre los dos viejísimos amigos sevillanos ya había quebrado.
Historia de un desencuentro
González y Guerra, dos jóvenes que apenas superaban los 30 años, tomaron el mando del PSOE en el histórico Congreso en la ciudad francesa de Suresnnes en 1974 (con Franco aún vivo), y en sólo 8 años llevaron el partido hasta el centro de la política española. Ellos ‘negociaron’ la transición desde el lado socialista, ellos llevaron a su partido a la histórica victoria de 1982, ellos hicieron posible el cambio profundo de España en los años 80 y 90. Con González al frente del Ejecutivo, con Guerra al frente del Partido.
Eran la simbiosis de un hombre de enorme gancho y capacidad comunicadora, con un proyecto político renovador en la cabeza, con otro de carácter explosivo y gran capacidad organizativa, que parecía imbatible. Hasta que en 1990 saltó la historia de Juan Guerra, de 'su despacho' y sus gestiones y las influencias que, se publicó, se movían desde aquel despacho. Y la pareja, que parecía inseparable, se quebró.
Felipe dio la cara por Alfonso hasta el último momento
Quienes conocen bien a los dos personajes saben sobre la profundidad de la herida con la que salieron los dos de aquella historia. Felipe González se involucró personalmente durante la crisis, convencido de la inocencia de su amigo y de las explicaciones que le fue dando según se desarrolló el 'affaire Juan Guerra'. En el Congreso, el entonces presidente del Gobierno llegó a pronunciar un famoso discurso, en defensa del vicesecretario general del PSOE, en el que, convencido de que la oposición de derechas y los medios cercanos a ella buscaban acabar con Guerra, llegó a ‘ofrecer’, si se demostraba su culpabilidad, ‘el dos por uno’, ofreciendo su cargo.
Después, el escándalo protagonizado por Juan Guerra alcanzó las dimensiones que se conocen. Felipe González se sintió engañado. Alfonso Guerra salió del Gobierno en enero de 1991. Y ahí acabó la amistad de los dos hombres. Una amistad que nunca se recuperó.
El reencuentro años después
En los años siguientes la distancia entre los dos no se redujo. Si acaso, al contrario, siguió enfriándose, aunque mantenían sus cargos al frente del PSOE, González como Secretario General; Guerra como vicesecretario. En el entorno de los líderes socialistas no se recuerda un momento de conversación, de intimidad, entre ellos sino hasta un encuentro entre ambos durante un acto de homenaje en Huelva a un veterano miembro del partido, Curro López Real, precisamente el hombre que organizó el Congreso de Suresnnes. Un encuentro breve.
Porque no fue hasta mucho después, en el año 2007, durante la presentación de la primera novela de Rafel Vera, “Las 19 puertas”, cuando los dos viejos amigos volvieron a encontrarse y normalizar, de alguna manera, su relación. Ese día sí, les oyeron hablarse con cierto afecto, preguntarse por los hijos de uno y otro… Aunque la relación no se ha recuperado. Felipe y Alfonso siguen sin llamarse, sin verse, sin consultar o comentar la actualidad... Aunque la herida ha podido cicatrizar, siguen sin recuperar la amistad que se rompió a lo largo del año 1990.
Nunca fueron habituales sus coincidencias en los mítines
En realidad, los dos dirigentes históricos del PSOE casi nunca coincidían en los mítines cuando ellos dirigían el partido. Durante las campañas políticas de los años 70 y 80 solían repartirse los actos, de forma que entre los dos se aseguraban de mantener el nivel de movilización de los seguidores socialistas.
Al contrario de lo que se está diciendo, por ejemplo, Alfonso Guerra y Felipe González no coincidieron en ningún mitin durante la campaña de 1996, la última con González al frente del cartel del PSOE. En realidad, la última vez que se les vio juntos en un gran mitin fue en octubre de 1992, en el acto que su partido organizó en Las Ventas para celebrar el 10 aniversario de la histórica victoria socialista. Aunque ya por entonces, la relación entre los dos viejísimos amigos sevillanos ya había quebrado.
Historia de un desencuentro
González y Guerra, dos jóvenes que apenas superaban los 30 años, tomaron el mando del PSOE en el histórico Congreso en la ciudad francesa de Suresnnes en 1974 (con Franco aún vivo), y en sólo 8 años llevaron el partido hasta el centro de la política española. Ellos ‘negociaron’ la transición desde el lado socialista, ellos llevaron a su partido a la histórica victoria de 1982, ellos hicieron posible el cambio profundo de España en los años 80 y 90. Con González al frente del Ejecutivo, con Guerra al frente del Partido.
Eran la simbiosis de un hombre de enorme gancho y capacidad comunicadora, con un proyecto político renovador en la cabeza, con otro de carácter explosivo y gran capacidad organizativa, que parecía imbatible. Hasta que en 1990 saltó la historia de Juan Guerra, de 'su despacho' y sus gestiones y las influencias que, se publicó, se movían desde aquel despacho. Y la pareja, que parecía inseparable, se quebró.
Felipe dio la cara por Alfonso hasta el último momento
Quienes conocen bien a los dos personajes saben sobre la profundidad de la herida con la que salieron los dos de aquella historia. Felipe González se involucró personalmente durante la crisis, convencido de la inocencia de su amigo y de las explicaciones que le fue dando según se desarrolló el 'affaire Juan Guerra'. En el Congreso, el entonces presidente del Gobierno llegó a pronunciar un famoso discurso, en defensa del vicesecretario general del PSOE, en el que, convencido de que la oposición de derechas y los medios cercanos a ella buscaban acabar con Guerra, llegó a ‘ofrecer’, si se demostraba su culpabilidad, ‘el dos por uno’, ofreciendo su cargo.
Después, el escándalo protagonizado por Juan Guerra alcanzó las dimensiones que se conocen. Felipe González se sintió engañado. Alfonso Guerra salió del Gobierno en enero de 1991. Y ahí acabó la amistad de los dos hombres. Una amistad que nunca se recuperó.
El reencuentro años después
En los años siguientes la distancia entre los dos no se redujo. Si acaso, al contrario, siguió enfriándose, aunque mantenían sus cargos al frente del PSOE, González como Secretario General; Guerra como vicesecretario. En el entorno de los líderes socialistas no se recuerda un momento de conversación, de intimidad, entre ellos sino hasta un encuentro entre ambos durante un acto de homenaje en Huelva a un veterano miembro del partido, Curro López Real, precisamente el hombre que organizó el Congreso de Suresnnes. Un encuentro breve.
Porque no fue hasta mucho después, en el año 2007, durante la presentación de la primera novela de Rafel Vera, “Las 19 puertas”, cuando los dos viejos amigos volvieron a encontrarse y normalizar, de alguna manera, su relación. Ese día sí, les oyeron hablarse con cierto afecto, preguntarse por los hijos de uno y otro… Aunque la relación no se ha recuperado. Felipe y Alfonso siguen sin llamarse, sin verse, sin consultar o comentar la actualidad... Aunque la herida ha podido cicatrizar, siguen sin recuperar la amistad que se rompió a lo largo del año 1990.