El exvicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo, ha respondido con contundencia a las declaraciones del presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, quien ha acusado a Vox de "dejar tirados" a los agricultores y ganaderos tras la ruptura del Gobierno de coalición. En un tuit que refleja la creciente tensión entre ambos partidos, Gallardo ha expresado lo siguiente: "Vaya cara más dura. Todo el día con el 'sanchismo'. En las europeas hicieron campaña por su jefa, Von der Leyen, la del Pacto Verde. Y ahora ésta ha nombrado como mano derecha a Teresa Ribera, fanática del falso ecologismo, enemigo de nuestro campo. ¿Quién deja tirado a quién?".

Mañueco critica a Vox en un acto del PP

Las declaraciones de Gallardo llegan después de que Mañueco arremetiera contra Vox durante la clausura de la reunión Intermunicipal del PP celebrada en Valladolid. El líder popular acusó a la formación de Santiago Abascal de traicionar a los votantes rurales, señalando que "prometían ser la voz del campo y sólo son la voz de su jefe".

Según Mañueco, Vox pidió el voto de agricultores y ganaderos durante las campañas electorales, pero abandonó su responsabilidad cuando rompió el Gobierno de coalición en julio, dejando sin liderazgo las consejerías de Agricultura que gestionaban. "Nosotros representamos al campo. Otros que les piden el voto, cuando llegan las elecciones, entran en los gobiernos y luego los abandonan, dejan el trabajo a medias, dejan tirados a los agricultores y ganaderos y desprecian a los votantes", aseguró Mañueco ante los asistentes.

Escalada de tensiones entre PP y Vox

La ruptura del Gobierno de coalición en Castilla y León en julio marcó un punto de inflexión en las relaciones entre PP y Vox, que desde entonces se han recrudecido con continuos ataques cruzados. Vox gestionaba áreas clave como Agricultura y Medio Ambiente, y su salida del Ejecutivo generó críticas tanto dentro como fuera de la región.

Por su parte, el PP ha intensificado sus críticas hacia Vox, acusándolos de desatender las necesidades de los ciudadanos y de priorizar las órdenes de su dirección nacional sobre los compromisos locales. Esta confrontación refleja un distanciamiento creciente entre ambos partidos, que fueron aliados en varias comunidades autónomas tras las elecciones.