La Fundación Felipe González ha publicado hoy un vídeo titulado "una llamada a la moderación". En él, el histórico socialista muestra su preocupación por el cauce que ha tomado lo que, en principio, iba a ser la negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). "Esto no tiene nada que ver con los presupuestos". Afirmando que la enmienda a la totalidad de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) se hace como "una especie de condición suspensiva" amagando con retirarla si se cambia la situación de los presos y se negocia el derecho de autodeterminación. "No tiene nada que ver con los presupuestos", se sorprende González, que añade "que el Gobierno de la nación no puede interferir con la acción de la Justicia", dado que ésta está contemplada y protegida por la Constitución. "El Gobierno no puede y yo creo que no quiere", matiza el expresidente.

Para Felipe González, semejantes peticiones delatan que los separatistas catalanes no entienden, ni respetan la separación de poderes del Estado. "Prefiero con mucho la independencia del Poder Judicial de la democracia española que el tipo de poder judicial que ellos [los independentistas] previeron el 6 y el 7 de septiembre en las leyes de desconexión. Que el presidente -a la sazón Puigdemont- nombraba directamente al Tribunal Supremo. Esto no pasa en España, no pasará y espero que jamás ocurra para respetar nuestro sistema de democracia y de garantías". 

Con respecto al derecho a la autodeterminación, González cree que es reconocer "algo que no reconoce ningún país serio del mundo" para trocear un país a voluntad de los independentistas. Así, las peticiones de los nacionalistas, el Gobierno debería responder: "No quiero, ni puedo". Porque los Gobiernos han prometido cumplir la Constitución. 

Sin embargo, González declara estar a favor del diálogo y más dentro del ambiente de creciente "crispación, insulto y descalificación" que detecta. Pero un diálogo dentro de "un perímetro" que es el de la Constitución y el Estatuto de Cataluña. "Si uno no describe el perímetro del diálogo, se converte en un diálogo de sordos, con permanentes posturas irreconciliables". Sin esos parámetros, reflexiona, no se puede avanzar. 

"No necesitamos relatores", añade González, al que le preocupa la "degradación" institucional. "¿Para qué necesitamos una mesa de partidos convocada por un Ejecutuvo que no permite funcionar al Parlamento catalán? ¿Para qué necesitamos un notario cuando el Parlamento tiene notarios y asesores jurídicos de sobra?". El expresidente no entiende que la Generalitat no quiera mantener el diálogo dentro del parlamento autonómico, salvo que "se pretenda degradar institucionalmente". 

El exmandatario rechaza igualmente el "tratamiento grueso" que la oposición está haciendo de los esfuerzos del Gobierno de Sánchez para dialogar. "En la vida en general y en la política en particular todo lo exagerado es ridículo", afirma. "Y aquí estamos superando los límites del circo y estamos entrando en un aquelarre que España no se merece". González defiende una España de ciudadanos frente a un enfrentamiento permanente de nacionalismos irredentos e insiste en llevar el diálogo a las instituciones democráticas, así como el fortalecimiento de éstas.