El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha acudido este martes al Ateneo de Madrid para acompañar al historiador y autor del libro Los Nadies de la Guerra de España, Francisco J. Leira Castiñeira. El manual, un híbrido entre el ensayo y la novela, consta de diez capítulos y coloca sobre la mesa la necesidad de poner cara a esos anónimos con nombre que sufrieron la Guerra Civil.

El abuelo de Zapatero

Precisamente una de las personas que aparece en el manual es el abuelo del que fuera líder del Ejecutivo, Juan Rodríguez Lozano, uno de los tantos que fueron fusilados por oponerse al Golpe de Estado de Francisco Franco.

"Mi abuela vivió 101 años y quedó viuda a los 42. Yo conviví bastante con ella, pero no hablaba de lo que había pasado. Sin embargo, mi padre sí; y esa historia condicionó mi vida y la de mi familia", recuerda con nostalgia el expresidente.

"Hasta que llegó la democracia no había nada escrito sobre mi abuelo, pero toda la ciudad lo sabía. La sociedad no había caído en el olvido, otra cosa es que tuviera la Historia guardada en un cajón por prudencia (...) Prueba de ello es que cuando me afilié al PSOE era el nieto del capitán Lozano, tardé en ser José Luis Rodríguez Zapatero", cuenta asimismo desde el emblemático edificio.

Este detalle no es un tema menor y quizás sirva para entender por qué la Memoria Histórica y la reparación fueron siempre dos de las grandes obsesiones -en el mejor sentido de la palabra- del entonces presidente. Tanto es así que gracias a él se asentaron en nuestro país los cimientos para la reparación absoluta de los vestigios que quedan de aquel pasado gris.

Fue con le normativa de 2007, que ahora el Gobierno de Coalición de PSOE y Unidas Podemos ha ampliado con la férrea oposición de las derechas. "¿Los historiadores también están tocados por una mano negra? ¿Queremos que no esté en los libros o en las leyes?", cuestiona Zapatero a quienes se oponen al documento más actual.

El caso "peculiar" de España y la importancia de la Memoria

El caso de España, asegura el expresidente, es "peculiar", no porque en nuestra guerra se sufriera más que en otras, sino porque "le siguió una dictadura de 40 años" y sus efectos todavía se ven en la democracia.

El proceso, asume el antecesor de Mariano Rajoy, ha ido -y así sigue siendo- "poco a poco", pero cada vez está más cerca una reparación que esté cerca de ser total. "Llegará un momento en el que veamos la abolición de la violencia", espera. "Y todo esto aparece en un libro que me parece estimulante como lo es éste".

En una crónica desde la Transición y hasta nuestros días pasando por el Golpe de Estado de Tejero, el que fuera dirigente de nuestro país expone que ha habido muchos episodios que invitan a soñar con dejar del todo atrás el pasado, siendo uno de ellos la propia ley de su Gobierno.

Se trató de un "primer y decisivo" paso como le han reconocido tanto el propio autor de la obra como la otra persona invitada al debate, la Catedrática de Historia Contemporánea de la UNED, María Ángeles Egido. El coloquio ha estado asimismo moderado por la Jefa de la Cultura de la Cadena Ser, Pepa Blanes.

En este sentido, el impulsor de aquella norma ha querido dejar claro que hay cosas que "no son casualidad" y que parten del esfuerzo y las ganas de la sociedad para terminar con las heridas abiertas: "No es casual que la primera asociación surja en el 2000. Eso fue, en gran parte, gracias a la sociedad del momento. Había quienes me decían que la ley era una crítica a la generación de la Transición, que le ponía una enmienda a la generación de laTransición...Y era todo lo contrario; porque gracias a su prudencia hoy podemos tener una ley con la que regnificar tanto olvido".

"Quienes perdieron cayeron en el olvido"

Zapatero ha enfatizado igualmente en que el enfrentamiento entre bandos fue "un destrozo para todos", pero que "quienes perdieron fueron los que cayeron en el olvido". "Y esto es lo que la democracia debe restituir", asume.

En este sentido ha hablado también Ángeles Egido, quien se pronuncia en la línea de lo que defiende tanto este como el anterior libro del escritor gallego,  Soldados de Franco: Reclutamiento forzoso que relata, precisamente, las historias de quienes fueron también obligados a participar de una guerra absurda -como todas- de la que no creían.

Para ello, el autor habla asimismo de las generaciones siguientes: "El pasado no fue su culpa, porque su padre pudo ser franquista, pero él no lo fue. Pero es sumamente importante saber lo que pasó".

El hecho se puede llevar a la Guerra Civil, pero no al franquismo, según los oradores. "Es fundamental conocer la Historia. Yo pienso en mi hijo, de 26 años, al que le cuesta creer que en algún momento en nuestro país no hubiera partidos políticos o libertad de expresión", destaca Egido.

Con todo, los protagonistas de la jornada han incidido en la importancia de una Memoria Histórica que tiene que estar tan presente como lo está para Zapatero el que fuera presidente de la República, Manuel Azaña, a quien reconoce que ve "cada vez que está en el Ateneo".

*Este fin de semana ElPlural.com ofrecerá a sus lectores una entrevista con el autor de 'Los Nadies de la Guerra', de España, Francisco J. Leira Castiñeira*.