Que ABC La Razón critiquen al nuevo secretario general del PSOE no resulta en absoluto sorprendente. Sí llama un poco más la atención (o no, dada la deriva de los últimos tiempos), que El País coincida en argumentos con las principales cabeceras de la derecha por su negativa a apoyar al candidato de la derecha para la presidencia de la Comisión Europea.

Para el diario de Prisa, Pedro Sánchez sitúa a su partido en la "marginalidad" al ordenar votar contra el candidato pactado por el grupo socialista y los liberales. En cualquier caso, no sólo los socialistas españoles votaron en contra de la elección de Jean-Claude Juncker. También lo hicieron los laboristas británicos y el Partido Socialista francés se abstuvo:
"A las pocas horas de que Pedro Sánchez fuera elegido por los militantes como nuevo secretario general, los diputados del PSOE votaron contra el discurso más social de un presidente de la Comisión desde la era de Jacques Delors, no respetaron el pacto urdido por el socialismo europeo para una gobernanza de coalición y lograron alcanzar la irrelevancia: mientras los italianos de Matteo Renzi arrancaban concesiones para políticas expansivas y sociales, los socialistas españoles desaparecían, al abjurar de su propia tradición pactista en política europea con infantiles apelaciones a las discrepancias de la campaña de las elecciones europeas, como si su jefe de filas, Martin Shultz, no las hubiera tenido con el propio Juncker. A escala europea, inician así la nueva etapa con el crédito por los suelos".

Jaúregui: "¿Es éste nuestro sitio?
Y más fuego amigo hacia el recién estrenado líder del PSOE. Su compañero de filas, Ramón Jáuregui, sorprende con un artículo publicado en El Correo este miércoles en el que expresa su desagrado con votar al lado de Le Pen y Nigel Farage. "¿Es ese nuestro sitio?", se pregunta. "Nuestros nuevos jóvenes líderes nos exigen no votar a Juncker porque la socialdemocracia necesita diferenciarse de la derecha europea y presentar su propia oferta", argumenta el que fuera el número dos de la candidatura del PSOE para las europeas. "Quizás tengan razón. Pero no dejo de preguntarme si ese es nuestro lugar en el Parlamento que les he descrito, donde el "no" a Juncker será el "no" de los antieuropeos, el de Le Pen y Nigel Farage".



 

ABC y La Razón se copian
Las portadas de ABC y La Razón aprovechan la decisión de Sánchez para atizarle y destacan el "malestar" entre los eurodiputados socialistas españoles. Para el periódico de Bieito Rubido, este "primer error" aisla al PSOE en Europa. Por su parte, Marhuenda advierte de que se ha unido a IU y Podemos contra Juncker. Añade asimismo un dato nuevo que empozoña el recién estrenado liderazgo de Sánchez: Rubalcaba se niega a cederle su despacho en Ferraz.

Los editoriales no tienen desperdicio. "Sánchez se estrena con deslealtad", argumenta ABC. En su opinión no es más que un demagogo sin sentido institucional. Como no podía ser de otra manera, aplaude la sensatez del "veterano" Jáuregui frente al irresponsable "candidato tuitero", que anuncia tan importante decisión por internet:
 "El aviso sobre Sánchez también tiene significado interno, porque es legítimo preguntarse de cuántos más pactos va a desvincularse el nuevo líder del PSOE. Si es capaz de dejar plantados a sus colegas europeos, parece razonable temer lo que podrá hacer en España. Por el momento, el aplauso lo ha recibido de lo más antieuropeísta; y llamar a Juncker "padre de políticas austericidas" solo agrava su error al afear, con audacia de neófito, al grupo socialista europeo por una decisión responsable y sensata. Sánchez ha sacado al PSOE del gran acuerdo que ha dado a Europa su primer presidente democrático. Los socialistas españoles nunca podrán decir que estuvieron en esa cita histórica, sino contra ella, junto a los extremistas de uno y otro signo. Solo la ingenuidad puede atenuar la gravedad de la decisión de Pedro Sánchez, porque no le será posible mantener por mucho tiempo su obediente sumisión al furor izquierdista de la militancia del PSOE. Este partido necesita entre diez y once millones de votos para gobernar España y tendrá que ampliar sus miras más allá de las demandas de sus militantes".

Con los totalitarismos y la xenofobia
Los argumentos del periódico de Marhuenda contra Sánchez son similares. Le acusa de situarse junto a los "totalitarismos y la xenofobia". También coincide en destacar favorablemente la posición de Jáuregui y le acusa de ser un inexperto incapaz de sustraerse a las "disputas de la pequeña política doméstica":
 No es sólo el incumplimiento de una palabra dada por escrito lo más rechazable en su actitud, sino la justificación de su postura frente a un candidato de consenso por razones de sectarismo ideológico, desde los prejuicios de una izquierda que, además, sólo ha demostrado su eficacia a la hora de generar parados. Podemos entender la preocupación en el seno del socialismo español por el surgimiento de partidos populistas a su izquierda, fenómeno que se repite en tiempos de crisis económica, siempre favorables a los vendedores de pócimas mágicas, pero no es doblando la apuesta de la demagogia como Sánchez conseguirá devolver el espacio a su partido. Precisamente, el voto a Juncker representaba el de una izquierda sólida y con vocación de Estado.

Las burlas de Losantos
También Losantos dedica este miércoles su columna de El Mundo a atizar a Pedro Sánchez y "Susanita", en referencia a la presidenta de la Junta de Andalucía y líder del PSOE andaluz.
"Qué tiempos aquellos los de 'Susanita tiene un ratón, / un ratón chiquitín, / que come chocolate y turrón / y granitos de anís'. Ahora Doña Susana, a la que poco falta para convertirse en La Díaz, pasea por Madrid lo que para muchos sigue siendo una mascota, pero qué mascota, un ala-pivot del Estudiantes, dos metros de pet-boy, aunque que, a juzgar por su discurso, no es criatura de la Demencia, los ultras del Ramiro de Maeztu. No hay forma de que Pedro Sánchez alce la voz (que no es lo mismo que subir el volumen), de que subraye vocalmente una palabra, alimente una sílaba o recree una inflexión. Si no fuera tan vistoso, uno pensaría que La Díaz se ha prendado de un ordenador, como el de Her, pero con la voz metálica o amonedada de Pedro Solbes en vez de la de Scarlett Johansson.

Sin embargo, el paseo de Susanita y su dragón por Madrid ha dejado boquiabierto a todo el mundo. Por lo zafio del gesto, cierto, pero también por lo explícito del alarde. No habían pasado veinticuatro horas de la elección de Sánchez por cien mil sociatas y La Díaz ya se había presentado en Ferraz para demostrar quién manda en el PSOE sin necesidad de pasar por las urnas. El carísimo Elector de Sajonia era un abstencionista al lado de la Romera Robleda de Despeñaperros. No parece posible vestir peor, pero nunca una ganadera ha mostrado tanto poderío paseando al mayoral".