Aun con todos los contratiempos aparentes que se acumulan a las puertas de Ferraz, el presidente del Gobierno es optimista. A las puertas de este nuevo ciclo electoral, Pedro Sánchez no sólo cree que “hay partido”, sino que además asegura que el Partido Socialista es la “primera fuerza” a nivel estatal por encima del Partido Popular. Así se pronunciaba el jefe del Ejecutivo en conversación informal con los periodistas durante la jornada institucional por el Día de la Constitución en el Congreso, agregando que las siglas del PSOE “tiran” y tienen “cierto arraigo”.
Pese a admitir las dificultades que ha entrañado una legislatura marcada por la endiablada aritmética parlamentaria, Sánchez ha reivindicado que el Gobierno de coalición “ha ganado todas las batallas”. En este sentido, contando con la ‘x’ de Junts, está convencido de que “hay una amplia mayoría que quiere seguir con la legislatura, a pesar de los casos de corrupción de José Luis Ábalos, Koldo y Santos Cerdán, así como el escándalo de Paco Salazar, que ha insistido en que en absoluto se tratan de cuestiones orgánicas. El jefe del Ejecutivo redunda en la idea de que son manzanas podridas contra las que se ha actuado con “absoluta contundencia”.
Interrogado sobre una eventual crisis de Gobierno, el presidente se ha mostrado “muy satisfecho” con su actual equipo y ha alejado la posibilidad de renovar el Gabinete. De hecho, apostillaba a continuación que, de hacerse, se acometerá algún cambio “puntual” cuando corresponda. Por el momento, todo seguirá su cauce y se mantendrá la misma alineación para este nuevo ciclo político, que culminará con Andalucía y las opciones de María Jesús Montero en su última parada - al menos presumiblemente -.
En cualquier caso, el mensaje que traslada el presidente es de optimismo y de que el PSOE no entregará la cuchara ante el fango de la ola reaccionaria. “Vamos a salir a ganar”, prometía el jefe del Ejecutivo en conversación informal con los periodistas, quien admitía el impacto que pudiera suponer el caso Salazar junto a la encarcelación de Ábalos y Koldo – alimentados por el ruido de la derecha política. Pero Sánchez asume que las encuestas actuales van en otra dirección y consolidan al PSOE como “primera fuerza” a nivel nacional.
El caso Salazar
Un hecho para regocijarse y así lo hacía el propio Sánchez, destacando que “hay cierto arraigo” del PSOE entre la ciudadanía y que las siglas socialistas aún “tiran”. Con respecto al influjo que pudiera reportar tanto el caso de Salazar como el de los dos ex secretarios de organización. Admite el daño y sobre todo el error en “la interlocución con las denunciantes anónimas”. Un fallo que el propio jefe del Ejecutivo asume en primera persona, aunque no está dispuesto a dejar que ninguna otra formación – en alusión a un PP que ha trufado el Día de la Constitución de ataques a los socialistas – les “dé lecciones”.
No obstante, Sánchez justifica que el PSOE puso en marcha un protocolo antiacoso, aunque los sistemas nunca son infalibles y – en este caso – se ha saldado con un error que “lamentan profundamente”. Eso sí, cierra la puerta a que el PSOE eleve la causa ante la fiscalía, porque tienen que ser las propias víctimas las que lo hagan. En ese escenario, el partido les brindará todo su apoyo. El jefe del Ejecutivo desgrana que no fue un “error premeditado” que se ha dilatado, aunque aún están en plazo como una organización “comprometida con el feminismo”.
Sánchez insiste en que se enteró por la prensa del caso Salazar y niega que exista falta de “compromiso y sensibilidad”, pero avanza, en claro dardo al Partido Popular, que no aceptarán lecciones de ninguna formación política que “no hacen ni la mitad”. “Asumimos la reforma del código ético. Mi responsabilidad es salvaguardar la autonomía de este órgano y estamos en plazo aún. No me ha surgido el tener que decir que no se hable de Salazar”, aseguraba el jefe del Ejecutivo en el Congreso.
De Salazar pasó a Ábalos; momento en el que insistía en que el PSOE está colaborando con la Justicia. Sobre las últimas intervenciones del exministro – en entrevistas con medios de la derecha mediática -, Sánchez sugiere que todo el mundo “tiene derecho a defenderse”. Eso sí, no puede hacerse “a costa de difamaciones ni ataques muy graves a personas fuera de la política – en alusión clara a Begoña –“.
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