Fumata blanca en el Congreso de los Diputados. Se acabó la rumorología. El presidente del Gobierno comparecerá ante el Pleno el próximo 9 de julio y, al contrario de los deseos de Moncloa, lo hará por partida doble; en sesión de mañana y tarde. El Ejecutivo planteaba un único debate para diluir el caso Cerdán entre la dación de cuentas de la cumbre de la OTAN, la reunión del Consejo de Europa y la conferencia internacional de la ONU de Sevilla. La presión del Partido Popular y los socios de la investidura ha forzado al PSOE a someterse al escrutinio de la Cámara Baja por los casos de corrupción.

La fecha final, el 9 de julio, fue la jornada que el Gobierno escogió para la comparecencia del presidente al ser la primera disponible en su agenda. No obstante, tanto las fuerzas de la oposición como los grupos del bloque de la investidura consideraban que era demasiado tarde, al dilatarse tres semanas desde la renuncia al acta de Santos Cerdán. Además, Moncloa defendía que en el citado debate se incluyeran también las diferentes cumbres internacionales que el jefe del Ejecutivo tenía en agenda; por lo que aglutinaría asuntos dispares. 

Los socios y la oposición temían que el caso Cerdán quedara diluido entre asuntos de lo más variopinto y que nada tenían que ver. De hecho, el Grupo Popular registró una moción consecuencia de interpelación urgente, de carácter no vinculante pero con peso político, para forzar a Sánchez a asistir a un Pleno monográfico sobre la corrupción que salpica a los dos últimos secretarios de organización del PSOE y al exasesor de José Luis Ábalos en el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. 

El Gobierno ofreció el 9 como la primera fecha disponible de Sánchez y planteó hablar en la misma sesión tanto del caso Koldo, como de la cumbre de la OTAN, el Consejo Europeo y la conferencia internacional que la ONU celebrará en Sevilla a primeros de julio, pero tanto el PP como sus socios le afearon la propuesta y reclamaron una comparecencia monográfica sobre la corrupción. Así, el segundo pleno continuará por la tarde del 9 de julio y estará dedicado plenamente a las conclusiones de las cumbres internacionales.

Moción del PP

El Partido Popular había registrado una moción que se debatiría esta semana en el Pleno del Congreso y en la que se reclamaba de forma explícita la convocatoria de dicho pleno centrado exclusivamente en la corrupción. Todo apuntaba a que la iniciativa prosperaría en la votación prevista para el jueves, gracias al respaldo de otros grupos, lo que habría supuesto un varapalo político para el Ejecutivo si se mantenía en su negativa.

Sin embargo, antes de que se llegara a ese punto, la Junta de Portavoces ha tomado la delantera y, con el consenso generalizado, ha evitado que se llegara a votar. El Gobierno optó por mover ficha y presentar su propia solicitud para la celebración de un pleno monográfico, evitando así el desgaste de una derrota parlamentaria.

Esta decisión supone una rectificación respecto a la postura inicial expresada por el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas. El pasado 16 de junio, Simancas envió un escrito a la Presidencia del Congreso en nombre del Gobierno solicitando la comparecencia del presidente Sánchez, pero con una fórmula ambigua que no convenció a nadie. En el documento, se pedía que el jefe del Ejecutivo informase no solo sobre los supuestos casos de corrupción revelados a través de filtraciones a la prensa, sino también sobre cuestiones ajenas como los resultados de la cumbre de la OTAN, el último Consejo Europeo o la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo celebrada en Sevilla.

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