Los viajes del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el avión oficial de Moncloa son la serpiente del verano, el otoño y la Navidad. No hay desplazamiento que la prensa alienada con la derecha no comente y el viaje a Lanzarote para disfrutar de unos días de vacaciones no podía ser menos. Esta vez, en el centro de la polémica, Turca, la perra de aguas de la familia.

El origen de las críticas está en OkDiario, donde acusan a Sánchez de “burlar las normas de aviación y de tráfico” para llevarse a su perra de vacaciones a las Islas Canarias. El motivo estaría en las imágenes en que la familia del presidente baja del avión oficial con la perra cogida por la correa.

De ahí coligen que la perra no ha viajado en trasportín dentro de la cabina y que no lo ha hecho en la bodega, como suele recomendar AENA, sobre todo cuando se trata de perros de más de ocho kilos (Turca acaba de cumplir un año). Y, además, señalan que la mascota después subió a la furgoneta que trasladaba a la familia hasta la residencia oficial de La Mareta, cuando la DGT recomienda que los animales también viajen en trasportín en coche, aunque existen cinturones de seguridad perfectamente legales para mascotas.

Por no hablar de que las medidas aéreas de las que habla el periódico de Eduardo Inda se aplican a vuelos comerciales, no a los privados.

La noticia llena de suposiciones no ha tardado en ser acogida por el Partido Popular en su cuenta de Twitter donde señalan que “la perrita de Pedro Sánchez no tiene la culpa de tener un dueño tan insensato”. Y añaden los populares un aviso: “Tranquila ‘Turca’, que muy pronto te irás de Moncloa y volverás a viajar en tu coche con todas las medidas de seguridad... si es que alguna vez las tuviste”.

Un mensaje que ha provocado las burlas y las críticas de los tuiteros, que entre otras cosas le recuerdan al PP su defensa cerrada de la caza -para evitar que Vox les coma terreno- pero ahora se muestran preocupados por la seguridad de la perra de Pedro Sánchez.