A las 12:33 del lunes, la España peninsular fundía a negro. Un histórico apagón dejaba sin luz a toda España salvo Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla. Pero no era hasta que pasaban la diez de la noche del mismo lunes cuando, desde el Gobierno de Carlos Mazón, pedían elevar el nivel de alerta 2 a alerta 3, lo que implicaba decretar la emergencia de nivel nacional, y que el responsable de la gestión fuera el Gobierno Central, concretamente el ministro del Interior, Fernando Grande- Marlaska. Mazón seguía así la estela de otros dirigentes autonómicos del PP como los de Murcia, Madrid, Galicia o Andalucía. Pero lo llamativo es que, cuando se realizó la petición ya se había restablecido el 70% del suministro eléctrico y no había habido ninguna incidencia de importancia más allá de las que sucedieron en el resto de la península como, por ejemplo, el rescate de personas en ascensores.

Así, Mazón pidió la emergencia de nivel nacional cuando el gran apagón ya casi estaba resuelto, y sin embargo, se negó sistemáticamente a pedirla después de la DANA. Una riada, hoy hace seis meses, que costó no solo la pérdida de 228 vidas humanas y muchos heridos, sino que dejó a cientos de familias sin hogar y se ha valorado en más de 18.000 millones de euros en pérdidas.

En octubre, las súplicas de los alcaldes, muchos de ellos de su propio partido, pidiendo ayuda porque varios días después no había llegado esa ayuda a sus municipios no fue lo suficientemente importante como para elevar el nivel de emergencia, cayeron en saco roto una y otra vez. Pero seis meses después, y cuando el resto de líderes autonómicos de su partido no dudaron en pedirlo, eso sí, la mayoría todavía sin luz ni previsión de recuperarla, el presidente valenciano se tiró de cabeza a solicitarla.

Pedir más policía pero no suspender su congreso

También se negaron desde el PP valenciano a suspender el congreso del PP europeo. Su fiesta no se iba a suspender, pero el Gobierno valenciano sí que solicitaba a la delegada del Gobierno que aumentara la seguridad en las calles. El lunes, la Policía Nacional y la Guardia Civil triplicaron las plantillas para poder atender a todo el mundo, controlar el tráfico y velar por la seguridad de los valencianos, pero pese a ese esfuerzo, el PP de Mazón se negó a suspender su cónclave, y así liberar a los 900 agentes de los que estaba compuesto el dispositivo de seguridad para los dirigentes europeos que han acudido a la capital del Turia esta semana.

De hecho, la evidencia de que no ha servida de nada, más allá de generar ruido político y poder utilizarlo como arma política contra el PSOE, es que menos de 12 horas despues, un poco antes de las seis de la tarde de este martes, el mismo Gobierno presidido por Carlos Mazón, ha solicitado al Ministerio del Interior que realice la desescalada a nivel 2. Como el lunes, no ha sido el primero en solicitarlo, pues Murcia, Castilla-La Mancha y Galicia lo han pedido tres horas antes que los valencianos. La Rioja lo ha hecho más o menos a la vez.  

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