Los hinchas ingleses celebran la victoria (6-1) ante Panamá en el Mundial sembrando el caos en las calles de Benidorm. Las lunas de los coches reventadas, parabrisas arrancados, motos que aparecen tiradas y aficionados de los 'Three Lions' subidos en los capós de los coches cantando y bailando. Los vecinos de la ‘zona guiri’ se ven en la situación de tener que aguantar el descontrol y el desvarío de 10.000 ingleses, aproximadamente. Una imagen que han mostrado las televisiones y que se han repetido con la victoria ante Suecia.

La policía tuvo que intervenir cuando el festejo se tornó en incidente. Los antidisturbios se desplegaron con el objetivo de mantener la zona de pubs controlados durante el partido para evitar que la celebración se transformara en un continuo altercado público. Y así fue. Hooligans caminando desnudos armando el caos en la ciudad alicantina.

Los vecinos y comerciantes de la zona se preocupan por esta situación porque dicen no beneficiarles en nada. Los propietarios de bares y restaurantes se quejan de que, con los ingleses borrachos y armando tal jaleo, la gente se encuentra reacia a entrar a sus locales. Los pequeños comercios notan pérdidas económicas durante estos días por el mismo motivo. Los turistas que se encuentran allí simplemente para disfrutar de sus vacaciones evitan pasar por esa zona y no se paran en las tiendas.

En el reportaje emitido por Jugones, se aprecia como una de las vecinas es humillada por un grupo de jóvenes borrachos instantes antes de que la mujer fuera entrevistada por los periodistas. Los hooligans le gritan cerca de la cara, bailan alrededor de ella y no paran de incomodarla hasta que ella misma les dice que paren.

Los vecinos están indignados y cansados de que cada partido de Inglaterra haga de Benidorm una concentración de ‘guiris’ borrachos y creyéndose dueños de la ciudad.