"Nos han hecho una encerrona porque solamente es ETA..., estamos indignados porque el 11M aquí ni se ha mencionado siquiera. Quieren que el 11M desaparezca y no va a desaparecer". Son las palabras de indignación de Amparo Imedio, víctima de los atentados contra los trenes de Madrid, presente en el homenaje que cada año se celebra en el Congreso el 27 de junio a las víctimas del terrorismo. Y con esos comentarios mostraba su indignación contra María del Mar Blanco, la hermana de Miguel Ángel Blanco.

Lo que reprochaban Imedio y otras víctimas del 11M a la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo era que en su discurso se hubiera referido en exclusiva a los crímenes de ETA, mientras no había realizado ni una sola referencia a las víctimas de los atentados islamistas.

El presidente del Congreso, Posada, junto a Blanco y Pedraza, las dos presidentas de las principales asociaciones de víctimas de ETA, en los actos de homenajes. EFE



En el acto no ha estado presente Pilar Manjón, la presidenta de la Fundación 11M Afectados por el Terrorismo, que se ha justificado en razones personales, aunque estaba previsto que presidiera el acto junto al presidente del Congreso, Jesús Posada, María del Mar Blanco y la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza.

Amparo Imedio, en su comparecencia ante los periodistas, afirmó que "esto no nos lo vuelven a hacer, no volvemos a venir. Las víctimas son ellos (los afectados por los atentados de ETA) los que las han separado.., no nosotros. El 11M tiene que estar siempre presente".

Cuando le han llegado estas quejas, María del Mar Blanco se ha excusado diciendo que se había malinterpretado su discurso, que ella había buscado que fuera muy "genérico" para permitir que todas la víctimas se sintieran representadas: "Desde el corazón he hablado de todas las víctimas del terrorismo".

Pero lo cierto es que durante su breve discurso Blanco sólo ha hecho referencias concretas a Amaiur, expresando su "profundo malestar" porque esté en el Congreso un grupo "quetodavía no ha sido capaz de condenar la violencia, de exigir la disolución de ETA, ni de pedir perdón por el daño causado".

Igualmente, ha pedido a todos los presentes en el homenaje que ayuden a las víctimas a contar el "relato de la verdad" tanto dentro como fuera de España y que "se sea consciente de que esta sociedad no está en deuda con los terroristas porque hayan dejado de matar". Hay que dejar claro, ha concluido, que "no vamos a pagar ningún precio político para que se disuelvan".