Este jueves, la Reina Sofía recibió en Palma el Premio Popular de Honor de Cope Mallorca que reconoce su fidelidad y cariño a la isla, que –según sostiene la radio de los obispos-, se ha manifestado con su presencia constante y cercanía, convirtiéndola en "una mallorquina más".

Sin calle
Este galardón, que la monarca recibió en el Teatro Principal de Palma, se produce cuando la imagen de la institución ha tocado fondo en la isla. De hecho, el pasado mes de enero, la ciudad de Palma retiró el nombre de la infanta Cristina a una calle de la localidad. Desde entonces, la Rambla de los Duques de Palma ya no aparece en el callejero.

Una vida ligada a Palma
Cabe recordar que la vida de la hija menor de los reyes Juan Carlos y Sofía está ligada desde niña a Palma, donde pasó gran parte de los veranos de su vida. En 1997 se convirtió en Duquesa de Palma, un título de identidad simbólica que recibió de su padre, como prueba del "profundo afecto y cariño" a la "muy querida hija". La marca antigua feudal le fue otorgada a con motivo de su boda con Urdangarin, duque consorte.

El caso Nóos
Honores que la infanta ha perdido a raíz del caso Nóos, derivado del caso Palma Arena y en el que Iñaki Urdangarían está imputado por la Fiscalía Anticorrupción acusado de cometer, entre otros, delitos de malversación, fraude, prevaricación, falsedad y blanqueo de capitales.

Letizia, a disgusto
Pero no sólo los escándalos judiciales han contribuido a enfriar la relación de la Casa Real con Palma. En los últimos años, Letizia Ortiz ha multiplicado las pruebas de su desdén por las vacaciones mallorquinas de la Familia Real. Se siente a disgusto en la isla, y la actual reina no ha perdido oportunidad de demostrarlo.