La sociedad actual se enfrenta a grandes retos como son la emergencia climática, la pérdida de biodiversidad y, en definitiva, el peligro de sobrepasar los nueve límites planetarios. Hay dos elementos que juegan un papel fundamental y a nuestro favor para hacer frente a estos retos a los que nos enfrentamos en el siglo XXI, la juventud y la sostenibilidad en toda su amplitud.
El pasado viernes se presentó en el Congreso de los Diputados, el estudio “Perspectivas juveniles sobre sostenibilidad”. Un estudio muy oportuno y necesario porque, desgraciadamente, estamos viendo cómo los discursos negacionistas siguen ganando adeptos entre la ciudadanía y, sobre todo, en la juventud a nivel global.
España tampoco escapa a este fenómeno. En nuestro país, los discursos negacionistas también avanzan y suponen un auténtico peligro, pese a que la ciencia nos viene avisando de la magnitud de las consecuencias del cambio climático, siendo el mayor reto al que se enfrenta nuestro país y nuestro planeta. Por eso, la acción de los jóvenes es fundamental para seguir avanzando en la sostenibilidad de nuestro país y en la acción climática.
El estudio está elaborado por Equipo Europa -una asociación juvenil española no partidista que promueve el proyecto europeo entre los jóvenes, fomentar su participación política y defender los valores de la Unión Europea- y demuestra que la juventud está concienciada con la sostenibilidad de nuestro país y el planeta.
Además, el estudio hace referencia a la sostenibilidad y los agentes implicados, hablando de sostenibilidad económica, social y medioambiental, y menciona las dudas de los jóvenes hacia la economía circular y sus beneficios. Pero si somos capaces de observar este estudio desde una óptica global, podemos ver que todo está interrelacionado y que la meta es un cambio de modelo económico.
Cuando hablamos de economía circular, debemos tener claro que hablamos de un modelo económico y no medioambiental, pero con tres ventajas, la social, la económica y la medioambiental. La social, porque creamos empleos, empleos de calidad. La económica, porque reducimos la extracción de materias primas, no dependemos de terceros países y hacemos a nuestras empresas más competitivas. Y la medioambiental porque reducimos la extracción de nuevas materias primas y las emisiones de gases de efecto invernadero. Así que, si somos capaces de pasar de una economía lineal a una economía circular, daremos respuesta a muchas de las inquietudes del estudio.
Es necesario que desde la política se traslade a nuestros jóvenes con una óptica cercana nuestra acción política y legislativa en relación al clima y a la sostenibilidad, y que entiendan que la lucha contra el cambio climático es un reto, no un catastrofismo, y que debemos verla como una oportunidad de generación de empleo, de crecimiento económico, de competitividad, de bienestar y salud, a través de la descarbonización, la electrificación, el ecodiseño y la bioeconomía.
Está claro que los cambios nunca nos han sido regalados, se han luchado y se han defendido. Estamos ante un emocionante reto y también una auténtica oportunidad de presente y futuro. Los jóvenes son parte imprescindible de este cambio. Lo vemos en los movimientos globales en favor del clima, la sostenibilidad, la paz, en el que los jóvenes ocupan un lugar prioritario.
La concienciación juvenil en favor del clima y nuestro planeta es fundamental para desestabilizar los discursos de desinformación y negacionismo, en favor de un futuro comprometido, en el que los jóvenes son fundamentales. Ahora, os toca a vosotros, a los jóvenes, decidir qué presente y futuro queréis para el planeta.
Yo lo tengo claro, no hay planeta B.
Daniel Senderos Oraá
Diputado por Álava y Portavoz de la Agenda 2030