La frase fue pronunciada ayer por François Hollande en una entrevista celebrada en el Eliseo con periodistas de distintos países, entre ellos una redactora de El País.

Hollande sufre por España solidariamente pero no oculta que la política española podría perjudicar a su país: "Si no hay crecimiento en España no puede haber un crecimiento fuerte en Francia".

La entrevista ha tenido lugar una semana después de que el presidente francés se encontrara en el palacio presidencial con Mariano Rajoy y la víspera de las reuniones del Consejo Europeo que tendrán lugar hoy y mañana.

A los periodistas españoles nos encantaría que nuestro presidente se expresara con la claridad con que lo hizo ayer su colega galo.

Y desde luego que optara de palabra y obra por priorizar el crecimiento y frenar la hemorragia de parados que es no solo una desgracia social sino una amenaza para la economía.

Debemos agradecer a Hollande que sacara adelante en la última cumbre un pacto por el que la Unión dedicará 120.000 millones a programas de crecimiento.

Reconoce el presidente que es demasiado poco pero que surtirá efecto “si se gastan deprisa y bien”. En el Consejo que se inicia hoy pedirá “que vayamos más lejos, que movilicemos recursos suplementarios”.

Es de esperar que Mariano Rajoy y Mario Monti secunden la propuesta aunque nos gustaría que hubiera sido él quien tomara la iniciativa.

“No es posible, por el bien de todos – sostuvo el francés - imponer una cadena perpetua a unas naciones que ya han hecho sacrificios considerables si sus poblaciones no ven, en algún momento, los resultados de sus esfuerzos. ¡Hoy es tan importante la amenaza de la recesión como la de los déficits!”. Palabra de Dios.

El clamor contra la austeridad a toda costa es cada vez más amplio y así lo han recomendado los últimos premios Nobel de Economía.

En opinión de Paul Krugman: “Recortar drásticamente el gasto en una economía, la deprime más”. Los resultados son “una depresión aún más profunda”.

Josep Stigliz sostiene que hacen falta sólidos programas de gasto público para facilitar la recuperación. “La austeridad que aplica Europa – sostiene – es un camino suicida, no estimula el crecimiento, ni la creación de empleo, y profundiza los déficit”.

Y se pregunta: “¿Pero cuánto sufrimiento deberemos soportar hasta que los líderes mundiales y los votantes que les eligen se percaten de ello”.

Y preguntado Eric Maskin concretamente por la política de austeridad del Gobierno español responde categóricamente: “Es un error terrible, porque la política de recortes empeorará la situación”.

José García Abad es periodista y analista político