Las exigencias del presidente de Estados Unidos y la OTAN para que los Estados miembros alcancen un gasto del 5% del PIB en Defensa no han cuajado por completo en el Gobierno de España, desde donde se asegura que alcanzar este gasto supone un movimiento irreal. La semana pasada, Pedro Sánchez revelaba una carta enviada por el secretario general de la alianza del Atlántico Norte, Mark Rutte, en la que este expresaba que, tras leer una misiva del jefe del Ejecutivo español, entendía el esfuerzo imposible que suponía para España alcanzar esta inversión en Defensa.

La carta fue mostrada después de que el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, criticara la decisión de Sánchez sobre comunicar a la OTAN que España no podría asumir el gasto propuesto por la organización. “Lo que Sánchez acaba de decir es que va a comprometer el gasto militar para los próximos diez años, sin presupuestos y sin pasar por el Congreso. O sea, ha acordado que España pague, pero cuando él ya no esté. Patada para delante”, escribía el líder del Partido Popular mediante una publicación en la red social X.

Ante esto, Sánchez contestó a este mensaje publicando la carta de Rutte de forma íntegra, en la que el diplomático afirmaba entender la situación de España y prometía otorgar a España una flexibilidad para determinar su propia trayectoria en el desarrollo de su Defensa. “Toma, Alberto. Que alguien te la traduzca. A ver si eso aclara tus dudas”, contestaba Sánchez acompañando a una imagen de la misiva.

Por si fuera poco y no bastase con la carta, Óscar Puente ha decidido compartir un hilo de la red social en el que Gonzalo Araluce, redactor jefe de Nacional en Vozpopuli, explica detenidamente lo más destacable de la carta.

Qué supone esta exención

“Respetamos el legítimo deseo de los Estados a aumentar su inversión en Defensa pero nosotros no lo haremos”, rezaba la carta enviada por el presidente del Gobierno al alto mandatario de la OTAN. Ante esto, la respuesta enviada por Rutte deja claro que España decidirá cómo cumplir los objetivos y que la declaración adoptada en la cumbre dará al país ibérico “flexibilidad” para “determinar su propio camino soberano para alcanzar los objetivos de capacidad”.

La OTAN ha dicho que se necesita el 3,5% del PIB para cumplir estos objetivos frente al 2% actual, mientras que un 1,5% adicional en gastos relacionados con la Defensa ayudaría a alcanzar ese 5% deseado por Trump. La oposición de Sánchez al objetivo del 5% ―calificándolo de irrazonable y contraproducente para España― llevó a Trump a burlarse el pasado viernes del país llamándolo un “mal pagador” que debería dar un paso adelante en Defensa.

“A la luz de su carta, le confirmo que el acuerdo alcanzado en la próxima Cumbre de la OTAN otorgará a España la flexibilidad para determinar su propia trayectoria soberana para alcanzar el Objetivo de Capacidad y los recursos anuales necesarios como % del PIB así como para presentar sus propios planes anuales”, anunciaba Rutte en su carta a Sánchez. Esta medida amenaza con hacer fracasar la próxima cumbre de La Haya, a la que acudirá el presidente Trump, ya que cualquier nueva directriz debe hacerse con el permiso de los 32 Estados miembros de la OTAN. Según las estimaciones de la alianza, España destinó el año pasado un 1,28% a gastos militares, lo que le convierte en el país que menos gasta de la OTAN.

Sin embargo, las afirmaciones de Rutte son claras, España destinará el porcentaje que crea necesario mientras se cumplan con los objetivos en capacidades. Por el momento, Sánchez ha conseguido su objetivo de poder acordar un aumento en el gasto militar sin tocar el gasto social. A pesar de lo que anunciaba Feijóo en X, Rutte ha dado la razón al jefe del Ejecutivo.

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