La defensa de la sanidad pública es una asignatura pendiente que quedaba de la anterior legislatura del Gobierno de coalición, que no consiguió ponerse de acuerdo para sacar adelante el proyecto conjunto y murió finalmente a manos del adelanto electoral. Ahora, tal y como había prometido, la ministra de Sanidad, Mónica García, ha anunciado que se derogará la ley aprobada por José María Aznar y que permitía la privatización del servicio público. Así, la universalidad sanitaria vuelve de la mano del lema “la sanidad no se vende, la sanidad se defiende”.
“Hoy sacamos a consulta pública la Ley de Gestión Pública e Integridad del Sistema Nacional de Salud que va a poner coto a este lucro incesante que han ido abonando las diferentes formas de gestión de nuestra sanidad”, ha anunciado García, asegurando que esta “será un carpetazo a la ley 15/1997 que abría la puerta a modalidades que han deteriorado nuestro sistema nacional de salud”. La ministra de Sanidad se compromete, de esta manera, a dar cumplimiento a uno de los puntos contemplados en el acuerdo de Gobierno de PSOE y Sumar.
“Desde el Ministerio de Sanidad estamos firmemente comprometidos en defender nuestra sanidad y, por supuesto, en evitar que se venda siempre al peor postor”, ha explicado a través de sus redes sociales. La lideresa de Más Madrid ha querido apoyarse en la “evidencia científica”, apuntando que esta “nos ha demostrado que no ha salido de esas nuevas fórmulas de gestión mejoras, sino beneficios obscenos de algunas empresas, mientras se detraía nuestro sistema nacional de salud”. Regiones como Madrid son ejemplo de esta entrega cebada a grandes conglomerados sanitarios.
La ley está en camino. Pronto cuidará de nuestro sistema sanitario y lo protegerá del lucro
“La entrada de las empresas privadas en la gestión de la sanidad pública ha sido una constante en aumento en las últimas décadas, acompañado de noticias de precios inflados, creación de redes paralelas de asistencia o similares”, ha lamentado García, indicando que el anteproyecto de ley que se abre ahora a consulta “pretende limitar la gestión de los servicios sanitarios públicos por parte de entes empresariales privados, anteponiendo la gestión pública”. Además, asegura que dará instrumentos a las administraciones regionales para su despliegue.
“Va a facilitar a las comunidades autónomas la reversión de la gestión privada de servicios sanitarios públicos existentes, así como mejorar sus procedimientos de auditoría y rendición de cuentas”, ha explicado. El objetivo principal es “garantizar la integridad de nuestro Sistema Nacional de Salud, tantas veces amenazado por la corrupción institucional, tantas veces privatizado y vendido al peor postor de manera impune”. Y los puntos básicos definidos por la medico anestesióloga y ministra desde noviembre del pasado curso son tres:
- Basarse en la mejor evidencia científica publicada al respecto
- Recoger el aprendizaje de 3 décadas de experimentos de privatización en España.
- Reforzar nuestra sanidad, con la experiencia y conocimiento de ciudadanía y profesionales.
Plan Antitabaco
La otra lucha principal emprendida por García desde que asumió el cargo es contra el tabaquismo. Pese a que el plan antitabaco definido por la ministra ha recibido las críticas del sector empresarial, desde el tabaquero hasta el hostelero, y la cerrazón de algunas autonomías lideradas por el Partido Popular (PP) y Vox, el Gobierno sigue adelante con la reducción de la prevalencia del consumo de tabaco y productos relacionados y de la exposición ambiental a sus emisiones. El plan cuenta con cinco objetivos que, a su vez, engloban actuaciones específicas:
Prevenir el inicio del consumo de tabaco y de productos relacionados:
- Avanzar en la equiparación por ley de la publicidad, promoción y patrocinio de productos relacionados con el tabaco a la existente para productos del tabaco.
- Equiparar la regulación de los cigarrillos electrónicos y los productos relacionados del tabaco (con y sin nicotina) a la regulación del tabaco tradicional.
- Modificar la normativa para introducir el empaquetado genérico y la prohibición de aditivos que confieren aromas al tabaco y a productos relacionados.
- Aumentar el control en la venta de tabaco a menores y sobre la publicidad encubierta y promoción del consumo en las redes sociales.
- Desarrollar una estrategia de comunicación basada en campañas dirigidas a jóvenes, con un enfoque de género y equidad, para desnormalizar el consumo de tabaco y lograr una generación libre de humo.
- Impulsar programas de promoción de la salud y de prevención sobre adiciones en diversas etapas educativas.
Fomentar el abandono del tabaquismo y facilitar la ayuda para dejar de fumar:
- Potenciar la Atención Primaria para el tratamiento frente al tabaquismo, en coordinación con la atención hospitalaria dirigida a pacientes que suman otras patologías, y resaltar el papel de los servicios de salud laboral.
- Incluir en la Cartera de Servicios común del SNS la intervención en tabaquismo en el ámbito hospitalario e implantar un sistema de identificación de los fumadores mediante la Historia Clínica Digital.
- Conseguir que todos los profesionales sanitarios utilicen las mismas estrategias de tratamiento del tabaquismo.
- Modificar los criterios de inclusión de las personas fumadoras en el programa de cesación del tabaquismo con fármacos financiados.
- Incorporar a la cartera básica de prestaciones farmacéuticas los medicamentos adecuados para el tratamiento de la adicción al tabaco y facilitar su disponibilidad.
- Difundir material informativo, con perspectiva de género, para dejar de fumar.
- Poner en marcha líneas telefónicas de ayuda gratuita, recursos web y aplicaciones móviles.
Reducir la exposición ambiental a las emisiones de tabaco y productos relacionados en espacios públicos y privados, así como la huella ecológica:
- Ampliar por ley los espacios sin humo de tabaco y sin aerosoles de cigarrillos electrónicos y productos relacionados.
- Prohibición de los dispositivos de un solo uso relacionados con el tabaco.
- Incrementar la inspección para que se cumpla la legislación en espacios sin humo, en especial en centros sanitarios, educativos y sociales.
- Impulsar el desarrollo de ordenanzas municipales que prohíban arrojar colillas en las vías públicas y espacios naturales.
- Sensibilizar a la población sobre las consecuencias de convivir en espacios donde se fuma y señalizar los espacios libres de humo.
- Promover iniciativas de ocio libre de humo y organizar campañas de sensibilización sobre el impacto en el medio ambiente del tabaco y sus desechos (colillas).
- Buscar alternativas productivas al cultivo de tabaco.
Promover la investigación aplicada y la monitorización en el control del tabaquismo:
- Fomentar el establecimiento de convenios con sociedades científicas e impulsar una línea de subvenciones para proyectos de investigación sobre el tabaco y sus enfermedades asociadas.
- Promover la investigación con perspectiva de género de los aspectos relacionados con el tabaquismo y la salud pública.
- Establecer sinergias entre centros y grupos de investigación y participar en los programas de acción conjunta de la Unión Europea.
- Estimular la investigación sobre los aromas usados en el tabaco y cigarrillos electrónicos y su atracción para los jóvenes.
- Realizar de encuestas y estudios de mercado sobre preferencias de consumo de los diferentes productos del tabaco.
Potenciar la coordinación y el establecimiento de alianzas:
- Promover el desarrollo legislativo para ejecutar este plan con la participación de la ciudadanía, de profesionales, entidades implicadas y con el tercer sector.
- Estrechar la relación del Ministerio de Sanidad con los departamentos que tienen competencia en la materia en la Administración General del Estado, con las comunidades y ciudades autónomas y con las entidades locales.
- Reactivar el Observatorio de Prevención del Tabaquismo.
- Adoptar una actitud proactiva en la comunicación con las instituciones comunitarias para impulsar la actualización normativa en la Unión Europea.