Tras la mayor movilización de la historia de la localidad ourensana de Verín para protestar contra la supresión del servicio de maternidad y el servicio de pediatría en el hospital comarcal, la plantilla y los vecinos han iniciado un encierro indefinido en el centro. La dramática decisión del cierre del paritorio se debe, según informó en rueda de prensa el pasado 22 de noviembre el gerente del área sanitaria, Félix Rubial, a “un ejercicio de responsabilidad” para “garantizar la calidad y la seguridad de las mujeres”, en base a los estándares recomendados por las sociedades científicas para mantener el servicio de maternidad en un hospital: un mínimo de 600 partos, cifra a la que no se acerca Verín, que espera culminar la progresión de partos de 2019 con 60.

 Sin embargo, los profesionales del centro discrepan del argumento que han  esgrimido desde el departamento de Sanidad del Gobierno de Feijóo. En declaraciones a ElPlural.com, el jefe de ginecología del hospital, Javier Castrillo, ha asegurado que “en este informe se habla de la recomendación de no implantar un servicio de maternidad en un área que tenga menos de 600 partos al año, con excepciones como el tiempo de desplazamiento, pero en ningún momento se recomienda el cierre de un servicio o pone en cuestión la profesionalidad o la pericia del personal”. Asimismo, ha aseverado Castrillo, que con este mismo criterio “tienen que cerrar todos los servicios de maternidad de los siete hospitales comarcales gallegos, e incluso alguno que no es comarcal, ya que ninguno llega a este baremo”. 

Por otra parte, ha explicado el especialista, “si atendemos a criterios de dispersión geográfica, como hace el informe, aquí hay mujeres que viven a 130 kilómetros del hospital al que van a ser desplazadas”. En este sentido, ha asegurado el ginecólogo, “con esta medida, si tenemos un parto de urgencia no solo se pone en riesgo la seguridad del feto, sino también la de la madre”, ya que  con el cierre de la unidad se ha eliminado también el pediatra. “Si llega una mujer de parto, como profesional tengo que procurar que se produzca con la presencia de un pediatra. En estos momentos lo que me queda es meterla en una ambulancia, ya que no es seguro que se lleve a cabo sin un pediatra. Si es un parto de urgencia, no tenemos directrices de actuación, por lo que actuaremos atendiendo a la buena praxis médica, pero es posible que podamos tener demandas si las cosas salen mal”, ha concluido el ginecólogo.

En la misma línea, la portavoz de la comisión delegada del hospital de Verín, Eva Fernández, ha explicado que “después de 26 años con la unidad y tras reformarla el año pasado, argumentando criterios de ratio y calidad, nos han dejado sin paritorio y sin pediatría”. Este razonamiento “es mentira”, ha manifestado la representante, “ya se hicieron derivaciones por falta de pediatra. Al igual que se están derivando intervenciones quirúrgicas por falta de anestesistas”. Detrás de todo esto hay “un desmantelamiento de la sanidad pública. Han empezado con este comarcal y continuarán con los otros”, ha concluido Fernández.