Los expresidentes del Gobierno Felipe González y José María Aznar son habituales a la hora de compartir espacios. Este mismo miércoles lo hacían en una jornada en la Universidad Católica de Ávila (Castilla y León) llamada Diez años desde su partida: reflexiones sobre Adolfo Suárez en la que hablaban sobre la DANA.
Pocas soluciones entre ellos, pero bastante crítica, sobre todo al gobierno de Pedro Sánchez. Especialmente llamativas son la acusaciones del que fuera responsable de Moncloa por el PP, máxime teniendo en cuenta que fue al final de su mandato cuando ocurrió el 11M, sobre el que no solo no gestionó, sino que mintió a sabiendas. Mientras tanto González -también crítico usual del la actual dirección del PSOE- le compró este miércoles el discurso reiteradamente, incluso con declaraciones en la misma línea. Algo que, por otra parte, no sorprende a estas alturas.
En esta línea, ambos opinan que todas las administraciones -autonómica y Central- deben asumir la responsabilidad al mismo nivel. González señaló que “cuando un hecho produce un efecto nacional catastrófico, todos tenemos que estar de acuerdo en actuar con todos los medios disponibles: desde el Gobierno central hasta el autonómico, pasando por ayuntamientos”. El ex popular, por su lado, llegó a decir contra Sánchez que “no hay que tratar a los compatriotas victimas como si fueses extranjeros” y que él “es presidente del Gobierno, no de una ONG”.
No hay que tratar a los compatriotas victimas como si fueses extranjeros
Ya que la jornada trataba sobre el mandato de Suárez, los dos dirigentes pusieron de manifiesto los valores de la Transición y la labor unificadora que éste desempeñó. Sin embargo, lo hicieron sin dejar escapar la oportunidad de dar algún que otro palo al Gobierno. En estas, Aznar emitió su sentimiento de “deber moral y político de intentar contribuir a que el fondo que hemos tocado desde el punto de vista político se supere cuanto antes”.
En lo que respecta a la DANA, transmitió que “si se dice que esta ha sido la mayor catástrofe natural de este siglo, hay que actuar como tal” y no “huir de las responsabilidades”, sino “asumirlas con todas las consecuencias”: “Puedes acertar o equivocarte, pero si no se asumen, difícilmente funcionan las cosas”.
“La cogobernanza suena a escaqueo”
De igual forma, ha emplazado a dejar de lado “cualquier elemento menor para concentrarse” en “poner todos los medios eficaces en la ayudar a las víctimas” y no enzarzarse “en grandes discusiones competenciales o burocráticas”. Con ello, obvia nuevamente la gestión de su gobierno durante algunas cuestiones que todavía a día de hoy son recordadas -y seguramente siempre lo sean- por su polémica.
Lejos de referirse a competencias autonómicas, González dictaba que la responsabilidad “es de todos” y que, dentro de ese conjunto, el primero en la lista corresponde al “Gobierno de la nación”. Con todo, no apuntaba que sus comentarios se trataran de críticas al Ejecutivo, sino a una “alabanza”, por lo que “debería ser un orgullo” para cualquier Gobierno: “El de enfrentar los problemas de nuestro país que compartimos”.
González hizo caso omiso durante toda la jornada a quién tiene competencia sobre según qué cosas e insistió en que “hay cosas que están compartidas”, pero que también existen otras que “no se reparten”, como es el caso del escenario “que estamos viviendo en la Comunidad Valenciana”.
"España saldrá de la crisis si los españoles dejan de ser espectadores"
Sobre esta base, Aznar señaló que a nivel competencial “tiene que haber mecanismos de corrección”. Llegó incluso a emplazar que tal y como está “la dinámica política actual”, la cogobernanza "suena a escaqueo”, ya que es en los momentos de esta envergadura “donde más responsabilidades hay que asumir”.
Hablando de la Constitución, los políticos aprovecharon la situación actual de emergencia en Valencia para apelar al despertar de los españoles. “España saldrá de su crisis si los españoles dejan de ser espectadores. No seamos espectadores, la pasividad hoy es cómplice en contra de la libertad”, dijo citando a Antonio Maura.