Hablando y escuchando es como se aprende, además de leyendo y reflexionando. Compartir experiencias, puntos de vista y, sobre todo, aunar esfuerzos es la manera de avanzar. Sin duda, lo que hace falta ahora es encontrar los modos y maneras de que toda la energía que fluye y explota en las calles, en los bares.., se canalice de manera eficaz y eficiente para dar respuesta a los grandes y urgentes retos de la ciudadanía.


"No funciona la manera de elegir a quienes toman decisiones"
Son las leyes las que cambian nuestra realidad, tan llena de huecos, donde hace falta dar respuestas y soluciones para los problemas que afectan a la ciudadanía, que es la soberana. Esas respuestas vienen dadas por quienes ejercen la función de representar, elegidos a través de las urnas y mediante procesos democráticos. En eso estamos todos de acuerdo. Pero la realidad también grita diciendo que los que hay, no nos representan. No es tanto una cuestión de personalismos, de señalar con el dedo buscando culpables: lo que no funciona es la manera de elegir a quienes toman decisiones en lugares que a la mayoría les quedan lejos y muchas veces escondidos.

Para la mayoría ya es una exigencia la necesaria modificación de la ley electoral. Se pide una nueva vuelta de tuerca que afiance un sistema realmente representativo del querer del pueblo, de los verdaderos jefes en la democracia. La reforma del sistema de Estado, pasando por una creación de una España federal, ofrecerá un rumbo óptimo;  dará mayor sentido al Senado, y una mayor fuerza al Congreso, pero sobre todo para establecer nuevas reglas que garanticen que la voz y el sentir de los votantes se plasma en las instituciones de manera fiel. Una vez más, el debate no está en el mantenimiento o la eliminación de estas instituciones, sino en reforzarlas con un sistema democrático más fuerte.

"El engranaje de los partidos políticos es arcáico"
Lo mismo sucede con las estructuras de los partidos políticos: un engranaje arcáico, con militantes que viven en el presente y que quieren dar respuesta a retos actuales y de futuro. La militancia, que es el Partido Político real, exije que su voz se canalice en un voto directo; un paso de quienes asumen su responsabilidad y quieren dejar de sentir que tienen poco que decir en las decisiones internas. La figura de los delegados ha demostrado ser una pieza al servicio de las cúpulas en lugar de lo que realmente debería representar: el traslado del voto de los militantes a quienes dice representar.

Si realmente los delegados trasladaran el querer de sus compañeros, los congresos no deberían ser un ir y venir de llamadas, de incertidumbres y negociaciones. Evidente es que los delegados representan una cesta de votos que puede moverse de un lado hacia otro, dependiendo de la permeabilidad de las presiones o de las negociaciones. En definitiva, una herramienta que con la teórica función de agilizar la democracia, secuestra el deseo de la mayoría para dar servicio al interés de unos pocos. Curioso que nuestros sistemas internos terminen reproduciendo, según muchos de sus militantes, la lucha de clases, (cuya eliminación es precisamente la razón por la que se constituyó el partido al que pertenezco, el Socialista).

"No hay otra herramienta que un voto directo y las listas abiertas"
Es momento de crear una estructura interna que ponga en valor la voz del militante, y no hay otra herramienta más eficaz que un voto directo y las listas abiertas. Procesos congresuales que comiencen desde el ámbito local para ir traslando de manera democrática el sentir de las bases hacia el plano nacional (de abajo hacia arriba, se viene diciendo). Limitación de mandatos para garantizar que nadie se perpetúe haciendo suyo un espacio de todos. Limitación de cargos orgánicos que garantice el reparto de responsabilidades, la flexibilidad, la transparencia y la dedicación absoluta a la tarea encomendada.

Aquí nadie es imprescindible, pero todos somos necesarios. Y cuantos más seamos, mayor participación y pluralidad habrá para el enriquecimiento de todos.

"La disciplina de voto debe venir marcada por las bases"
Y no solamente para elegir responsables es para lo que exigimos mayor democracia interna. Las decisiones que tomen nuestros concejales, las de los diputados regionales y nacionales y todo aquél que esté a diposición de la ciudadanía en nombre de nuestro partido, deberá trasladar el sentir de los militantes para cada una de las cuestiones a decidir. Esto significa que en las agrupaciones –en las casas del pueblo- se tendrá que debatir y decidir sobre aquéllos asuntos que se aprobarán en el gobierno local-regional-nacional-europeo: de esta manera, aquéllos concejales-diputados-eurodiputados socialistas se deberán a la disciplina del voto de partido que venga marcada por las bases. Se legitimará así su acción, y además, se dará el peso que requiere a la militancia, que en definitiva es quien luego sale a la calle a defender por qué se hace o se decide tal o cual cosa (y que hasta ahora ha estado huérfana de razones en muchos casos para responder y dar la cara ante decisiones tomadas en instancias lejanas).

Muchos pensamos que éstos son los pasos para que recobremos la credibilidad, la transparencia, y el compromiso de los militantes. Y además para que le demos buenas razones a la ciudadanía para participar en política. Sólo de este modo verán que la participación tiene una clara incidencia en la toma de decisiones a través de un partido político. De esta manera estaremos dotando a la política de la fuerza que ha perdido. Y estoy convencida de que cuando las bases socialistas trabajen unidas, tomando decisiones para la ciudadanía en su conjunto, no habrá espacio para guerras de guerrillas internas y todos volveremos a ser una unidad. Más allá de candidatos, hablaremos de proyectos, de equipos y de compromisos conjuntos. Que en definitiva es lo que la mayoría quiere y exige. En ese momento no será necesario pedir el voto de nadie, porque lo habremos ganado merecidamente.

Beatriz Talegón es secretaria general de la Unión Internacional de Jóvenes Socialistas