La Ertzaintza y las Policías Municipales están preocupadas por el aumento de incidentes en Euskadi, tras el toque de queda y cierre de los establecimientos hosteleros, de jóvenes que se niegan a identificarse y se enfrentan a los agentes cuando estos les piden que cumplan las normas establecidas para evitar la propagación de la pandemia de la Covid-19.

El jefe de la Ertzaintza, Josu Bujanda, ha señalado que el sábado pasado se presentaron cerca de 750 denuncias y hubo 15 detenciones por incumplimiento de las medidas anticovid, pero, sobre todo, han aumentado los incidentes de personas que se enfrentan a la Policía.

Entrevistado en Radio Euskadi, Bujanda ha explicado que los altercados "se dan, sobre todo, en una franja horaria, a partir del cierre de la hostelería".

Además, ha apuntado, a la espera de ver cómo se desarrollan estos episodios en próximos días, la Ertzaintza y Policía Municipal planifican dispositivos y controles previos para evitar que se produzcan estas situaciones.

Estos cuerpos policiales mantienen, además, un dispositivo especial para que no haya concentraciones de personas con motivo de la victoria del Athletic de Bilbao en la Supercopa y que no deriven en ningún tipo de incidente.

Misma tónica en Cataluña

La Guardia Urbana de Barcelona ha desalojado este sábado por la noche dos fiestas ilegales con más de 60 asistentes en cada una, una en un local del Eixample y otra en Ciutat Vella, ha informado el Ayuntamiento de Barcelona.

En el local del Eixample, un total de 67 personas presuntamente celebraban una fiesta sin cumplir ninguna medida de seguridad ante el Covid-19, ha informado la Guardia Urbana en un tuit recogido por Europa Press.

En el local había copas, botellas de alcohol y altavoces para celebrar la fiesta, que los agentes interrumpieron y desalojaron.

Además, denunciaron al responsable del local y a los asistentes, que no mantenían la distancia de seguridad ni respetaron el aforo máximo del local.

En la fiesta ilegal que los agentes detectaron en Ciutat Vella, los 64 participantes --sin mascarilla-- tampoco cumplían las medidas de seguridad, por lo que fueron denunciados.