Este pasado martes, en el Pleno de Madrid, el PP se ha abstenido a condenar la profanación de las tumbas de Dolores Ibárruri, La Pasionaria, y Pablo Iglesias, fundador del PSOE. Durante el pleno, el socialista Ramón Silva ha acusado al PP y a Ciudadanos de que “siempre quieren unir todas las cuestiones que se les vienen a la cabeza para evitar reconocer a determinadas víctimas”, y que “quieren evitar condenar delitos de odio bajo el gamberrismo; si quieren traer la condena”.

Como bien ha dicho el socialista, esta moción pretende dar reconocimiento a Iglesias y a La Pasionaria frente a estos actos delictivos y posibles delitos de odio. También ha expresado que “presuntamente las tumbas fueron atacadas por algunos de sus compañeros de la manifestación de Colón”, conforme a las investigaciones de la Delegación del Gobierno, informa Público.

Silva también ha explicado que “se han señalado como presuntos autores ultras de extrema derecha que, después de haber ido presuntamente a la manifestación de Colón se han ido al monumento de Los Caídos de La División Azul y allí se encontraron con que se había manchado el monumento con una A de anarca; al parecer de ahí, tras cantar el ‘Cara al sol’ y lanzar varios gritos se dirigieron al cementerio civil”.

“Estos vientos traen esas tempestades, porque cuando se agita el discurso del odio siempre hay alguno que lo lleva hacia los extremos”, ha señalado después.

El socialista ha calificado a los agresores de “intolerantes y nostálgicos de una España que no ha de volver”, y que “son nuevos fascistas organizados, y eso no lo podemos tolerar los llamados demócratas; siempre vamos a estar denunciando estos actos, pero no hagan un tótum revolútum”.

Mauricio Valiente, el tercer teniente de alcalde añadió en el pleno que la moción “no ha podido ser y lo lamento. No hay razón alguna para no mostrar el rechazo”. Además, dijo que “Iglesias representa la lucha por los derechos de los trabajadores” y también que “La Pasionaria representa la dignidad de un pueblo, la defensa de la independencia nacional, y el ejemplo del ‘No Pasarán’”.

Valiente también analizó que “este hecho también tiene una enorme gravedad por el contexto” porque “se escuchan de nuevo contextos entre buenos y malos españoles por sus legítimas opciones políticas”. Y ha anotado: “Qué gran error estas manifestaciones; camino seguro a las peores pesadillas. Nuestros caminos y fosas están repletas de malos españoles por pensar diferente”.

En cuanto a otros partidos, Silvia Saavedra, de Ciudadanos, ha empezado diciendo que “nuestro máximo respeto a todos los muertos” y que la formación naranja condena “todos los actos de vandalismo”, añadiendo las agresiones de las estatuas de Antonio Flores y en las tumbas de la familia de Calvo-Sotelo.

Saavedra ha comentado que “todos los muertos merecen el mismo respeto”, y que se “están generando incitación al odio si distinguen a unos muertos de otros y la condena no es solo es suficiente”. Después, ha pedido “más medios y más seguridad” tanto en el cementerio de la Almudena, apuntando que tiene una extensión “dos veces al parque de El Retiro”.

En cuanto al PP, Pedro Corral ha sentenciado a “los energúmenos que intentan ajustar cuentas con los muertos”, y también ha evaluado que hayan “estirado el chicle de la alerta antifascista de Iglesias Turrión”, lo que califica de “chusca manipulación de una manifestación democrática”.

Para Corral, tras los agresores “solo hay odio, odio y odio”. Ha apuntado conjuntamente que “no hay razón para justificar vandalismos ni para transigir el desprecio a figuras como Lola flores. Todo es una expresión de odio e intolerancia, un efecto corrosivo. Aquí no estamos para elegir al energúmeno que nos parezca más o menos razonable”.