El último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil proyecta datos relevantes sobre el que fuera número tres del PSOE, Santos Cerdán, y desmontaría en buena parte su defensa.

El atestado apostilla lo que decía el informe del mes de junio que derivó en la dimisión del que fuera secretario de organización del partido y desgrana varias claves sobre el trío conformado por el político y las empresas Servinabar y Acciona.

Más concretamente, reza que Cerdán interfirió en la adjudicación de obra pública a la compañía de construcción que tenía como socia a la otra firma en la que el protagonista de estas líneas tenía intereses, y es que si al gigante del ladrillo el iba a bien, también funcionaría la otra firma, mucho más pequeña y creada por su amigo Antxon Alonso; de hecho ingresaría un 2,19%, según detalla el informe.

Los beneficios de la todavía presunta corrupción eran varios y variados, y pasaban desde puestos de trabajo para su mujer, su hermana y su cuñado, o más de 33.000 euros pagados con una tarjeta que no era suya y con la que sufragó 49 comidas, e incluso viajes a Ibiza y Tenerife.

Vínculo de Servinabar con Koldo y Ábalos

La UCO ya había deslizado las relaciones entre Servinabar con el exministro de Transportes, José Luis Ábalos, y su asesor Koldo García. Mientras Acciona contempla que los vínculos, en forma de Unión Temporal de Empresas (UTE) con pequeñas empresas, es una vía habitual y que corresponde a un modus operandi que no tiene nada de extraño para lograr contratos con las administraciones de cada territorio, en el caso concreto de Servinabar la Benemérita contemplaba una “buena implantación en la Comunidad Foral”.

Esta afirmación, que pertenece a la gran empresa y que ésta dejó por escrito, se produjo tan solo 12 días después de la constitución de Servinabar 2000, a la vez que al UCO considera la labor de la compañía de Alonso no actuó en proyectos demasiado grandilocuentes, de hecho, poco más allá de una labor de asesoría. La conclusión: que la justificación podía ser una simple excusa.

Un nuevo documento

El nuevo documento arroja luz y taquígrafos acerca de la relación y compromete la versión de las partes. Según el mismo, seis meses después de alcanzar el acuerdo -en junio de 2016- llega otro entre la persona de confianza de Cerdán y un nuevo socio que, en este caso, se quedaría con un 4% que permanecía sin dueño en el acuerdo con el número tres socialista en el acuerdo previo.

Esto demostraría, sostiene la UCO, que el plan de reparto de Servinabar seguía vigente a finales de ese año, y se refiere también a la contratación directa o indirecta de varias personas del entorno del que fuera secretario de organización de la formación socialista. En este sentido, su cuñado fue el único trabajador de la compañía navarra cuya incorporación a unos trabajos que se encuentran en el sumario, el del Puente del Centenario de Sevilla, está certificado.

Más en detalle, estuvo contratado durante más de tres años y cobró un montante superior a los 53.000 euros, una cantidad que se situaba cerca del salario mínimo interprofesional (SMI) de entonces. La contratación, acentúa la UCO, la facilitó el directivo de Acciona Manuel José García Alconchel, imputado recientemente, y recibió el agradecimiento de Antxon Alonso.

Los favores siguieron por la hermana de Santos Cerdán, Belén, que también recibió pagos, en su caso de 22.324 euros de la pequeña empresa, en 2020 coincidiendo algunos de ellos con los meses de la pandemia del Covid. Ella defendió que eran labores de contabilidad normales para la firma de un amigo “de toda la vida”; y después fue contratada de manera externa a través de una cooperativa -Erkolan- aunque probablemente su nómina seguía dependiendo de Servinabar.

Y no se quedó ahí, sino que su mujer, Francisca Muñoz, estuvo contratada como “socio trabajador” de Noran Coop, una cooperativa que crearon Alonso y el asesor de Ábalos y que también habría recibido dinero de la pequeña Servinabar. En su caso, cobró 9.500 euros por trabajos entre marzo y agosto de 2018, sin embargo la UCO no dio con ningún documento que permitiera hablar de una “verdadera prestación de servicios”.

Alquileres de inmuebles o compras con otra tarjeta

Los presuntos favores no habrían venido solo en forma de trabajo, sino también de alquileres. En este sentido, hay que hablar de un inmueble que la empresa navarra sufragó por 7.200 euros entre finales de 2017 y el verano del año siguiente u otro para la familia de Cerdán que, según él, corrió a su cargo y no de la compañía, algo que la UCO desmontaría.

También recoge la Guardia Civil cierto malestar por los gastos de la mujer del ex secretario de Organización y el uso de una tarjeta bancaria a nombre de Alonso que la familia habría utilizado para un total de compras que alcanzaron los 33.574 euros, entre ellas varias referidas a un restaurante cerca de su casa.

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